El Concello de Oleiros responsabiliza a Costas del mal estado del entorno de la fortificación, afectado por los temporales
21 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El paseo que rodea el castillo de Santa Cruz, en Oleiros, fue una de las zonas del municipio que más sufrió los envites de los temporales durante el invierno pasado y, aunque permaneció cerrado durante meses debido a los daños causados por el mar, el deterioro del entorno se deja sentir aún en bancos, papeleras y elementos de iluminación de la fortificación, propiedad del Concello de Oleiros y que en la actualidad alberga el Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental de Galicia (Ceida).
El gobierno local fue quien resolvió cerrar el paseo debido a que un muro de piedra y una pasarela resultaron con daños importantes que ponían en riesgo la seguridad de los viandantes, por lo que hasta el verano solo podía accederse al castillo y a los jardines que lo rodean, pero no a la zona más próxima al mar, que es competencia de la Demarcación de Costas de Galicia.
Es a este organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, a quien el Concello responsabiliza del mal estado en el que se encuentran algunos puntos del paseo, en el que además de reparar los elementos estructurales dañados por las embestidas del mar, lo que no se hizo hasta el verano, queda todavía pendiente la sustitución y arreglo de varios bancos que han perdido total o parcialmente los asientos, la recolocación de papeleras, que se encuentran semiderribadas, y la sustitución de focos y elementos de iluminación rotos o afectados por la herrumbre.
En el entorno del castillo, también pueden verse estructuras metálicas y de hormigón rotas y otros elementos del mobiliario urbano, como el panel informativo de localización que se encuentra frente a la ciudad de A Coruña, con signos de deterioro.
Si en el caso del recorrido perimetral del castillo el Concello decidió esperar a que fuese Costas de Galicia quien ejecutase las obras de su competencia, en cuanto al paseo marítimo de la localidad, que discurre sobre la playa, el Concello decidió asumir directamente en el mes de marzo los trabajos, que consistieron en la reposición de los bloques de piedra desplazados por el mar y de la barandilla, y pasar la factura al organismo.