El bicho raro y otras tonterías y barbaridades

La Voz

A CORUÑA

19 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Por María Pita no pasan los años. Los temas a debate se repiten más que las canciones de un revival de la movida ochentera. Se habló del IBI, la subvención al transporte público, Vigo, el bipartito... Las regresiones al pasado son el pan nuestro de cada pleno, pero ayer parecía enero del 2012. Julio Flores volvió a ser el portavoz duro que sacaba de quicio a la oposición. Una de sus perlas fue recordar que el anterior alcalde, Javier Losada, tenía seis escoltas, quizá para proteger a los vecinos porque era un «bicho raro». Al final, pasadas cinco horas y media de discusiones, Silvia Longueira le lanzó un elogio cargado de veneno después de que glosase nuestra «suerte de tener aquí a este señor (Carlos Negreira)». «Es usted un gran portavoz que le defiende (al alcalde) por encima de todo, qué pena que él no le defienda cuando la prensa pregunta por su futuro», dijo.

Porque el tiempo pasa. El propio Flores habló del fin de su vida política. No le puso fecha, pero subrayó que se irá «con menos dinero» del que tenía al llegar. A José Nogueira (PSOE), que preguntó por la «baja» inversión de Fomento, le espetó «aburre usted a las ovejas, llevo tres años escuchando tonterías» antes de recordar los fondos para Alvedro, la tercera ronda y otras obras.

El alcalde habló poco, como es costumbre en María Pita, pero agradeció a César Santiso (EU) las «barbaridades» que dijo cuando volvió a exigir responsabilidades por las presuntas tramas de corrupción que afectan a la ciudad. «O PP parece máis unha mafia que un partido político», espetó Santiso, que también leyó un extracto del sumario de la operación Zeta: «Es que lo de Carlos (supuestamente Negreira) tiene huevos. Que me mande montar asociaciones y nombre a ese mierda director de área (se supone que un cargo designados por el PP en la Diputación)».

También Avia Veira leyó esa frase, que habría dicho el responsable vecinal Juan Sánchez Chas, próximo al PP, a Gerardo Crespo, el principal imputado en la trama de los cursos de formación.

Xosé Manuel Carril (BNG) evitó esas batallas. Criticó el gasto en la obra estrella: «Todo por a Mariña, todo para a Mariña», y en proyectos como el Smart City, «máis de estilo Matrix». El BNG también presentó una moción para investigar los contratos de la operación Zeta. El PP no aceptó porque la operación no afecta al Ayuntamiento, pero entregó al secretario todos los expedientes vinculados a las empresas de Gerardo Crespo.

Mar Barcón (PSOE) también evitó la parte más cruda de la guerra dialéctica y, como Carril, atacó a Negreira con la frase de Cristóbal Montoro de que los alcaldes que incumplan el déficit no deben presentarse. En el PP hubo sacudidas de cabeza. Entre el público se citó eso de «cuerpo a tierra que vienen los nuestros».