Una zanja sin señalizar en la N-VI causa decenas de accidentes al año

m. ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

CEDIDA

Los vecinos dicen que Fomento no permite taparla ni colocar advertencias

28 oct 2014 . Actualizado a las 13:25 h.

Una zanja por la que discurre una canalización de aguas es desde hace años una trampa fatal para decenas de conductores que se detienen en la N-VI, a la altura de O Carballo, en Oleiros. La última presa de este enorme hoyo fue una pareja de edad avanzada, que ayer por la mañana quedó atrapada en el agujero cuando maniobraba con su vehículo, que conducía la mujer, en el aparcamiento de un local de hostelería situado al pie de la carretera.

El accidente, ocurrido en torno a las 10.30 horas, no pasó de un susto ni causó más lesiones que un enorme nerviosismo en la conductora y su marido, pero puso de manifiesto el riesgo de un tramo que es de titularidad estatal y en que desde hace años se repite con frecuencia la misma escena sin que el Ministerio de Fomento haga nada para remediarlo, según denuncian los vecinos de la zona.

«Tenemos aproximadamente veinte cada año y, si no llega a veinte, no menos de quince», señaló ayer Encarnación Suárez Prado, que vive desde el año 1967 en la vivienda más próxima a la zanja y ha sido testigo de decenas y decenas de accidentes similares en las últimas décadas. «Cada vez que ocurre, yo salgo, les ofrezco una sillas, les pregunto si les ha pasado algo...», relata esta vecina, quien recuerda que tras la ampliación de la carretera y durante varios años no se producían accidentes porque su padre había colocado una rejilla, pero desde que se retiró ese elemento las caídas de vehículos son habituales.

Además del gran tamaño de la zanja, el desnivel que existe con respecto a la acera y a la entrada del aparcamiento del restaurante que está al lado y que impide ver el agujero a cierta distancia propician los siniestros sin que el Ministerio de Fomento haga nada para evitarlo, según los vecinos. «No puedes poner un cono, no puedes tapar porque Fomento no lo permite», relataba ayer otro vecino, mientras Encarnación Suárez asegura que a ella le recriminaron haber colocado una señal de advertencia y le obligaron a retirarla. «Con un triángulo no pasaría nada. En una ocasión, yo coloqué uno de una obra que se habían dejado y vinieron y me pusieron... Me dijeron que no podía hacerlo», dice.

Esta residente recomienda a los conductores que resultan accidentados por la existencia de la zanja que, en lugar de recurrir al seguro de automóvil, vayan a Fomento y reclamen por los daños. «Yo ya aviso a todo el mundo que viene de que tenga cuidado», asegura.