Policías Locales, bajo mínimos

S. Acosta / E. Silveira A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La falta de agentes, la sobrecarga de horas de trabajo y conflictos con los gobiernos municipales marcan la situación de estos cuerpos en la comarca

26 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Policías Locales de la comarca están bajo mínimos. La falta de efectivos y la realización de horas extras son el común denominador en casi todas las plantillas del área metropolitana. Prueba de ello es la polémica surgida esta misma semana en Betanzos, cuando dos únicos agentes de la Policía Local han tenido que intervenir durante el fin de semana por un accidente grave de tráfico, además de varias peleas y actos vandálicos. La gota que colmó el vaso fue el intento de atropello por parte de un conductor a estos dos agentes que llevaban de servicio todo el fin de semana. La reacción del jefe de la Policía Local no se hizo esperar anunciando que se planteaban renunciar a cubrir los casos más graves.

El problema de fondo para esta plantilla es que no se cubren plazas vacantes y que los 17 agentes no dan para cubrir todo. El caso de Betanzos no es el único que ha salido a la luz. El jefe de la Policía Local de Cambre, José Antonio Barcala, presentó su renuncia a seguir asumiendo el cargo sin remuneración extra, aunque Barcala adujo «motivos personales» para justificar su decisión.

De hecho, indicaba que por razones particulares ya no podría estar las 24 horas del día disponible y localizable, y se quejaba de la imposibilidad de hacer turnos para disfrutar de descansos. Negó desavenencias con el gobierno local o que su renuncia haya estado motivada por cuestiones económicas, pero lo cierto es que su decisión coincide cuando el gobierno local está relanzando las negociaciones para la nueva relación de puestos de trabajo (RTP). Cambre ya anunció una reestructuración del organigrama municipal que supondrá la contratación de más personal, sobre todo, en el área de Servicios Sociales y de la Policía Local.

El caso de Oleiros cuenta en la actualidad con una plantilla formada por 41 agentes, aunque los problemas laborales se encuentran en el servicio municipal de emergencias que se ha quedado sin personal esta semana. Las vacaciones, bajas médicas y la negativa del gobierno local a pagar horas extra dejaron al municipio sin el grupo de primera intervención para salvamento y extinción de incendios, una situación que obliga al Concello a recurrir al parque comarcal de Arteixo.

Cien horas extras al mes

Arteixo, en cambio, sí paga las horas extras de los agentes de la Policía Local. De hecho, realizan una media de cien horas extras al mes, lo que deja en evidencia la escasez de efectivos en este municipio que cuenta con uno de los ratios más bajos de la provincia. Son, en total, 31 agentes. Es decir, que hay un policía por cada mil habitantes cuando la recomendación de la Unión Europea es de 1,7 por cada mil vecinos. Desde el Concello aseguran que la ley impide contratar a nuevo personal y que no se pueden crear nuevas plazas. Además, Arteixo tiene unos 100 kilómetros cuadrados de extensión, lo que juega en su contra a la hora de prestar un servicio: «Ir de Monteagudo a Meicende puede llevar unos 20 minutos», indican desde la plantilla.

Conflicto en Sada

El conflicto laboral también llegó a Sada. El alcalde, Ernesto Anido, firmó en febrero la suspensión de funciones del jefe de la Policía Local, Jose Pedreira. El propio regidor adujo motivos «graves o muy graves, incluso susceptibles de posible comisión de ilícitos penales», por los que se han abierto expedientes disciplinarios.

Culleredo es otro de los ayuntamientos que precisa más personal del que dispone. Cuenta con 26 agentes y el gobierno local contempla aumentar la plantilla con cinco policías más a finales del 2015.

Bergondo también está bajo mínimos. Tiene cinco policías en total y todavía no se ha cubierto la plaza vacante que dejó el jefe de la policía al aceptar el nuevo cargo. La presencia policial en Miño es más bien escasa. En menos de un lustro pasó de tener siete agentes y tres. Detrás de esta reducción está el conflicto laboral que el ex alcalde, Juan Maceiras, mantuvo durante años con la plantilla y que obligó a varios agentes a pedir el traslado.

Pero Abegondo se lleva la palma. Tan solo cuenta con un agente, cuando la ley obliga a tener solo tres. La función de seguridad urbana corre más a cargo de la Guardia Civil en el que se reparten los puestos de Abegondo, Curtis, Carral e Irixoa para que siempre esté como mínimo una patrulla de servicio.