«Con el acceso a la educación se puede superar la pobreza»

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Considera que la implicación de las poblaciones a las que ayuda es fundamental para asegurar su futuro

20 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada de su padre a la India marcó un antes y un después, sobre todo para las poblaciones más pobres, a las que dio un futuro con mucha esperanza. Moncho Ferrer (Anantapur, 1971) ha querido seguir sus pasos, y seguir ayudando a los más desfavorecidos a través de la Fundación Vicente Ferrer, de cuyo proyectos hablará mañana, a las 20.00 horas, en el Centro Sociocultural Abanca.

-Después de más de 40 años trabajando en la India, ¿cuál es la situación actual?

-Primero es necesario explicar cómo era antes, sobre todo con las poblaciones más desfavorecidas. Antes, por ejemplo, la población dálit, denominada intocable, vivía en una situación de esclavitud y los niños trabajaban en los campos en condiciones deplorables, no tenían acceso a la educación ni a la sanidad, tenían una vida de esclavitud, sin esperanza y sin salida. Actualmente, el 100 % de los niños de las castas bajas están escolarizados en primaria en las escuelas públicas y un 80 % llegan a la secundaria. Solo el año pasado había en Andra Pradesh, una de las regiones donde trabajamos, 20.000 jóvenes en las universidades estudiando Medicina. Sin duda, el cambio ha sido brutal, porque se está comprendiendo, cada vez más, que con acceso a la educación se puede superar la pobreza, no solo a nivel económico sino también social.

-¿Qué queda todavía por hacer en la India?

-La India tiene una población de más de 400 millones de personas viviendo en extrema pobreza. Esto no significa que los otros 600 millones vivan en condiciones adecuadas, sino que de esos 600 millones, casi 500 millones son gente pobre. En la zona donde está presente la fundación, hemos avanzado de manera considerable en la mejora de las condiciones económicas de la población. A nivel social nos queda por superar la discriminación de las personas con discapacidad y la violencia contra las mujeres.

-¿Cómo trabaja la fundación?

-Nuestro sistema ha sido siempre implicar de manera protagónica a las personas en cada proyecto. Es hacerlos corresponsables, pero sobre todo asegurar que la población asuma el control y la toma de decisiones. Por ejemplo, en la construcción de escuelas, todas las familias se implican formando pequeños comités para conseguir materiales, participar en el proceso de gestión, de construcción y de mantenimiento. Este sistema permite que el trabajo colectivo genere una maravillosa energía transformadora. Porque quienes trabajamos en cooperación internacional podemos venir, hacer el trabajo e irnos, pero es la población la que se queda.