El fiscal tendrá que convencer al juez de que los dos individuos que serán juzgados el próximo 1 de octubre en el Juzgado de lo Penal número tres son los mismos que en diciembre del 2007 entraron con pelucas y barbas postizas en una sucursal bancaria de la calle Ferrol armados con pistolas para llevarse el dinero. La policía sostiene que son ellos. Tienen pruebas para demostrarlo y en el juicio se verán. La acusación pública también lo cree, de ahí que pide que sean condenados a cinco años de cárcel cada uno como supuestos autores de un delito de robo con intimidación.
Todo sucedió el 27 de diciembre del 2007. En la sucursal que el banco Sabadell tenía en la calle Ferrol se encontraban sus empleados y un cliente cuando por la puerta aparecieron dos sujetos disfrazados con pelucas y armados con pistolas.
Al grito de «esto es un atraco», ordenaron a los allí presentes que se tirasen al suelo. Luego se dirigieron a la interventora y bajo amenazas de muerte le obligaron a que les proporcionase la clave de la caja fuerte. La mujer se la dio y de ahí se hicieron con un botín de 65.000 euros.
Con el dinero en una bolsa, obligaron a los empleados y al cliente que se encontraba en la sucursal a introducirse en una habitación, que cerraron con llave y se esfumaron. Los retenidos pudieron salir a los 15 minutos y pedir ayuda.