La Audiencia procesa a once personas por tráfico de droga

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Fiscalía, que sostiene que se dedicaban a vender cocaína y hachís en la ciudad, pide para ellos penas de entre 2 y 7 años

19 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las 11 personas que la próxima semana ocuparán durante tres días el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial terminaron ahí porque la policía trabajó durante semanas para capturarlos. Primero empezaron con uno y este les llevó a otros y así se llegó a la detención de casi una docena de supuestos traficantes. Unos solo de hachís y otros de cocaína. Para los primeros, la Fiscalía pide que sean condenados a dos años de prisión como presuntos autores de un delito contra la salud pública en la modalidad de drogas que no causan grave daño a la salud. A los que se dedicaban, supuestamente, al tráfico de cocaína, la pena se eleva a seis y ocho años.

La investigación policial que germinó en uno de los mayores macro juicios por droga de la provincia en los últimos años arrancó en mayo del 2011. Los agentes que luchan contra el tráfico de droga se habían enterado que un joven se dedicaba a la venta de bellotas de hachís en la ciudad, así que prepararon un seguimiento que los llevó al aparcamiento de un centro comercial a las afueras. Junto al sospechoso viajaba un hombre. Y los policías vieron como tres sujetos se acercaban al vehículo, mantenían una conversación y se iban. Los siguieron y llegaron al domicilio de uno de ellos en A Corveira. Después de 15 minutos en el piso, volvieron a bajar y se reunieron todos en las proximidades de un bar de Vilaboa. Allí les pasaron una bolsa con un kilo de hachís. De inmediato, la policía procedió a su detención y luego registraron sus respectivos domicilios, en los que hallaron básculas, más droga y dinero en efectivo, así como una pistola simulada.

Tres operaciones

Gracias a esos arrestos, la policía llegó a otros sospechosos que se dedicaban a la venta de cocaína. Así que de nuevo emprendieron un operativo en el que se intervinieron teléfonos y así pudieron saber que uno de ellos viajaría a Madrid a buscar sustancias estupefacientes. Y así fue. Los agentes esperaron a su regreso para detenerlos con la droga sin quitarles un ojo de encima. Fue como cayeron con gran cantidad de cocaína. En el registro que hicieron a sus domicilios, también hallaron droga.

Y no quedó ahí la cosa. Hubo una tercera operación motivada por los arrestos anteriores y las escuchas telefónicas que se les habían hecho a los hasta entonces detenidos. Así fue como descubrieron que en las inmediaciones de un bar de la Sagrada Familia un hombre se dedicaba a vender cocaína a terceros. Vigilaron la zona y vieron como otros jóvenes se acercaban al sospechoso para comprarle droga, según el escrito de acusación de la Fiscalía.