El bombero que se negó a participar en el desahucio de Aurelia Rey dice que lo volvería a hacer

La Voz JAVIER BECERRA, LA VOZ | EUROPA PRESS

A CORUÑA

Javier Becerra

En el juicio, celebrado esta mañana en A Coruña, aseguró que «os bombeiros accedemos a este traballo para facer unhas labores e estas non son botar a xente das súas casas»

05 sep 2014 . Actualizado a las 13:47 h.

Roberto Rivas, el bombero que se negó el año pasado a participar en el desahucio de Aurelia Rey en A Coruña, ha manifestado que lo volvería a hacer y ha argumentado que con la decisión que adoptó ese día buscó «visualizar que os bombeiros non deberían realizar este tipo de servizos».«Por suposto que sí», ha dicho al ser preguntado si se volvería a negar a cortar la cadena que se colocó en el portal donde residía Aurelia Rey para impedir el desahucio de esta octogenaria.

El bombero quiso señalar, además, que «os bombeiros accedemos a este traballo para facer unhas determinaras labores e estas non son botar a xente das súas casas». Por ello, aquel día optó por tomar partido. «Eu quería expresalo dunha maneira convincente e por iso collín o cartaz para apoiar a esta xente que traballa a reo a diario. Tamén escollín o anonimato, taparme para que visualizar que non era eu como persoa quen me negaba a facer este tipo de traballo, senón todos os bombeiros».

Estas declaraciones fueron realizadas a las puertas del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de A Coruña. Allí tenía lugar la vista del recurso que presentó contra la decisión de la Subdelegación del Gobierno de imponerle una multa de 600 euros por alteración del orden público. «O que ocurriu ese día nada ten que ver con isto», ha asegurado Rivas respaldado por más de un centenar de personas que lo han apoyado.Entre ellos se encontraban compañeros del Cuerpo de Bomberos de A Coruña y miembros de la plataforma STOP Desahucios, además de representantes políticos como Francisco Jorque o Xosé Manuel Carril del BNG o Yoya Neira del PSOE.

Dentro de la sala declararon varios mandos policiales. Atribuyeron al comportamiento del bombero los problemas de orden público que se vivieron después. El jefe del operativo que intervino ese día dijo que habló con Rivas para pedirle que procediera a romper la cadena que impedía a la comisión judicial entrar en el portal de la casa de Aurelia Rey. Según el policía, su respuesta fue clara: «Esto yo no lo hago». Acto seguido, el bombero cogió un cartel con el logotipo de Stop Desahucios y se dirigió al camión. «Se alteró la gente y se rompió el cordón policial», subrayó el policía.

La abogada del bombero señaló que todos los multados de ese día tienen vinculación directa con el BNG, la CIG o Stop Desahucios, asegurando que existe una persecución ideológica por parte de la Subdelegación dle Gobierno. También que entre la intervención de Rivas y la llegada del segundo camión de bomberos, momento en el que se rompió el cordón polical, transcurrió una hora. Por ello considera que no se le puede atribuir a su representando esa incitación a la alteración del orden público.

Los hechos ocurrieron hace año y medio

Sucedió hace un año y medio. Tras la suspensión del primer intento de desahucio de Aurelia Rey, al estar su portal bloqueado por cientos de personas y no cumplirse las medidas de seguridad para que los funcionarios judiciales pudiesen entregarle al orden, la policía nacional movilizó a los bomberos en una segunda tentativa. Debían cortar la cadena y acceder al inmueble de la coruñesa calle Padre Feijoo, a la altura del número 9.

Una dotación de los efectivos antiincendios acudió a la llamada, pero dos de los bomberos decidieron no actuar. Uno de ellos sujetó uno de los carteles que había repartido el colectivo Stop Desahucios, lo levantó y se subió en el camión de nuevo junto a su compañero tapándose la cara con la chaqueta. Y se convirtió en un héroe.

Tras la negativa de los bomberos a intervenir y tras los incidentes en la calle, la policía municipal, los bomberos y los funcinarios judiciales se retiraron por segunda vez sin llevar a cabo el desahucio. Pero el gesto del bombero le salió caro. A pesar del apoyo incondicional que recibió por parte de bomberos catalanes y madrileños, de partidos políticos como Alternativa Galega de Esquerda y personalidades públicas como la presentadora ferrolana Paula Vázquez, el miembro del cuerpo coruñés se sentará este jueves en el banquillo.

Tras los altercados, la Delegación del Gobierno de A Coruña abrió un expediente sancionador al diputado autonómico del BNG Francisco Jorquera, a los ediles del Ayuntamiento de A Coruña Xose Manuel Carril (BNG) y César Santiso (EU-V), a cuatro activistas de la plataforma Stop Desahucios y al bombero que se negó a actuar. Los ocho expedientados presentaron sus alegaciones cuatro meses más tarde, al considerar que se estaba criminalizando al movimiento social infundiendo el miedo.

En cuanto al desahucio de la octogenaria -amparado por la ley, ya que se había retrasado en dos ocasiones en el pago del alquiler-, finalmente Aurelia Rey llegó a un acuerdo amistoso con sus caseros para que pudiese permanecer en su vivienda dos meses más mientras le buscaban un hogar. Ahora ocupa un sexto piso con vistas a la ría situada en la calle Lamadosa, en Eirís.