Cientos de personas vivieron la tradicional romería entre juegos y música
25 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El parque de Santa Margarita fue ayer el epicentro de las fiestas María Pita 2014. Cientos de personas disfrutaron de la popular romería que, este año, funcionó como broche final a más de un mes de celebraciones ya que, de forma oficial, con esta cita se cerró el programa festivo en la ciudad.
Al margen de este dato, las personas que acudieron al parque disfrutaron de una jornada campestre, soleada y participando en todos los espectáculos programados: teatro, música, fuegos artificiales, juegos hinchables... Y como suele pasar, la actividad que más expectación suscitó entre los asistentes fue, sin duda, el concurso de empanadas.
Certamen
Aunque estaban inscritas 47 personas, se presentaron finalmente 46 empanadas. A cada cual más original: de zamburiñas y algas, de cachelos con pimientos, de corzo, bacon y berenjena, fusión de pescados, gulas con langostinos... Unos manjares que pusieron en una situación comprometida al jurado del certamen, compuesto principalmente por miembros de la corporación local y de distintos medios de comunicación. Finalmente, eligieron como ganadora (700 euros de premio) la empanada de chocos en tinta con toques de chocolate elaborada por Gloria Souto González. El segundo premio se lo llevó la empanada de xoubas de Tatiana Patiño Cañás (de Carral) y, el tercer puesto fue para Fernando López Miño, con una de gambas y pulpo capturado por él mismo.
Tras la decisión del jurado, el público pudo degustar en el anfiteatro todas las empanadas presentadas al concurso, un aperitivo para el almuerzo que decenas de familias tomaron en el parque. De hecho, las neveras y las sillas de playa reinaron ayer bajos los árboles de Santa Margarita, un alivio para sentarse alrededor del mantel porque, como muchos romeros decían, caía «un sol de justicia».
La Banda Municipal de Música puso el toque melódico a la mañana de romería. Y, por la noche, la orquesta Triunfo amenizó una concurrida verbena que tuvo que interrumpirse durante la medianoche para poder contemplar los fuegos artificiales, que pusieron fin a las fiestas del mes de agosto.