Cocina de diseño en la Cocina Económica

A CORUÑA

06 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En sus casi 130 años de historia en la Cocina Económica se prepararon miles, millones de comidas. Pero nunca hasta ahora nadie había apostado por utilizar los solidarios fogones para preparar cocina de diseño. «Es una manera de ayudar y como lo que mejor sé hacer es cocinar...», me explica Manuel Triay, propietario junto con su hermana Rosa de la firma Concept Room, que tan solo lleva un mes de funcionamiento. Como se dedican al pop up gastronómico, que consiste en abrir un local durante un tiempo determinado, una semana o un mes. «Es como un restaurante itinerante y en Londres es muy habitual», apunta Triay, que el 18 de julio preparará en la entidad benéfica un menú que incluye cóctel y snack, empanada abierta de xarda, huevo frito con panceta versionado, curry verde de merluza, una patata de cocido (el tubérculo relleno de las carnes del tradicional plato) y, de postre, una inspiración coruñesa, torrija con sopa de cascarilla y helado de almendra y gelatina de aguardiente. El precio-donativo del menú es de 50 euros «y si alguien quiere pagar más bienvenido», comenta. El aforo es limitado a unas 50 personas y las reservas se pueden efectuar en la propia Cocina. «Nos parece una idea muy original y cualquier ayuda nos viene fenomenal porque cada vez tenemos más gente», destaca Alberto Martí, presidente de la Cocina Económica que, dentro de unos días, se convertirá en un restaurante de diseño.

Cónclave Peteiro

Ayer se celebró el segundo encuentro de Peteiros, es decir, personas con este apellido. Acudieron unos 200, algo menos que la anterior jornada, celebrada en el 2009, porque coincidió con la boda de un familiar. Acudieron al lugar de Mandeo, en Curtis, a la conocida como casa de los Peteiro, y a continuación celebraron un almuerzo en el polideportivo de Teixeiro. Un día de fiesta y reencuentro en el que todos echaron de menos a Jorge Peteiro. El inolvidable artista había sido el creador del cartel de la primera edición.

400 bailarines

Un monumento habría que levantar a todas las personas que organizan macrofestivales para niños. ¡Qué paciencia y entrega! La escuela Danzade subió al escenario del Palacio de la Ópera a más de 400 bailarines que hicieron disfrutar a sus familiares y amigos, que llenaron el auditorio. «Las entradas estaban agotadas desde hace días. Hay coreografías de ballet clásico, danza jazz, baile deportivo y hip hop. Cada estilo es diferente, pero todos son una forma de expresión», destacan Pilar Rey y Raquel Paz, directoras de la escuela.