El PSOE coruñés lleva tres años subido a la montaña rusa, lastrado por divisiones internas y variadas discrepancias con la dirección provincial, gallega y central del partido. En A Coruña, Barcón no ha logrado unificar al grupo municipal, en el que solo cuenta con tres fieles entre siete ediles, y depende de los frágiles apoyos de diversos sectores dentro de la asamblea local. En la provincia, la secretaria general mantiene una relación gélida con su responsable, Francisco Caamaño, y en Galicia los vínculos con José Ramón Gómez Besteiro son mejores que con su predecesor, Pachi Vázquez, aunque el actual secretario general gallego tampoco cuenta con excesivos admiradores dentro del equipo más próximo a la portavoz municipal. Barcón tampoco ha mantenido una postura estable en Madrid. Llegó al congreso de Sevilla del PSOE como una de las grandes valedoras para que la ex ministra de Defensa, Carme Chacón, liderase el partido, pero después de una complicada negociación salió transformada en una de las flamantes componentes de la nueva ejecutiva federal que lideraba el ya amortizado Alfredo Pérez Rubalcaba.
Pero la inestabilidad no se tradujo en fracturas de su ejecutiva local hasta ahora, cuando todo indica que Barcón tendrá enfrente a un candidato, Pedro Armas, que peleará con ella para liderar al partido en su intento de volver a los sillones de mando en María Pita en las elecciones municipales del 2015.
Crisis socialista