Los concellos de la comarca deben a los bancos menos que antes de la crisis

pablo barro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La deuda viva disminuyó un 5,7 % en el último año, hasta los 104 millones de euros

15 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los grandes esfuerzos para contener el gasto y reducir las deudas parece que empiezan a dar sus frutos. Los ayuntamientos de la comarca coruñesa han visto como por primera vez desde el inicio de la crisis sus obligaciones financieras con las entidades bancarias están por debajo de los valores previos a la crisis. Si en el año 2008 la deuda viva -el capital que deben a los bancos, al margen de proveedores- de los concellos de la comarca ascendía a 110,2 millones de euros, al cierre del 2013 se situaba ya en los 104 millones de euros.

En el último año, los 21 ayuntamientos de la comarca redujeron el montante total en un 5,7 % desde los 110,3 millones de euros que registraban a 31 de diciembre del 2012. Ese ejercicio, la deuda viva municipal alcanzó sus valores más altos. Esto se debió en gran medida a los préstamos que ofreció el Ministerio de Economía y Hacienda a los distintos ayuntamientos para hacer frente a los pagos que tenían pendientes con proveedores a cambio, eso sí, de mayores esfuerzos en pro de la austeridad. El importe de los mismos hizo que la deuda con la banca se creciese 7 millones de euros en un solo año.

La mayor parte de los ayuntamientos de la comarca está ya por debajo de los valores de deuda viva del año 2008 con contadas excepciones. Es el caso de los concellos de A Coruña, Carral y Curtis. En el primero de ellos, la diferencia es de 830.000 euros, pero solo representa un 1 % más. En Carral los datos son mucho más abultados, en estos seis años su endeudamiento con las entidades financieras ha crecido en cerca de 2,85 millones de euros, hasta los 3.471.000 euros, cuando en el 2008 no llegaba ni al millón de euros. Concretamente eran 621.000 euros. Por último, Curtis duplicó su deuda, haciéndola crecer en 294.000 euros en los últimos seis años.

En el lado opuesto, el de los ayuntamientos que más redujeron su dependencia de los préstamos bancarios desde el inicio de la crisis, el Concello de Arteixo está en un lugar destacado. En este período ha logrado dejar su deuda viva a cero desde los poco más de 4 millones de euros que debía en el año 2008. Esta reducción ha sido posible gracias a los remanentes de tesorería.

Bergondo fue el ayuntamiento que, en términos porcentuales, más la bajó: un 143 %, al pasar de los 591.000 euros del arranque de la crisis a los 243.000 que debía al cierre del pasado ejercicio.

Otros municipios, como Paderne, Sada, Sobrado dos Monxes y Vilasantar, también le han pegado un buen tijeretazo a sus créditos, reduciendo el importe que adeudan a menos de la mitad.

Mención aparte merecen los consistorios que mantienen su pasivo a cero. Se trata de Abegondo, Aranga, Coirós y Vilarmaior, además del ya mencionado caso de Arteixo. La mayoría, salvo Abegondo, tenían ya saneadas sus cuentas desde varios años atrás. Abegondo, al igual que Arteixo, liquidó los 220.000 euros en el 2011 con cargo a las arcas municipales.

En lo que respecta al último año, Culleredo fue el ayuntamiento que más redujo su deuda viva. Lo hizo en 2,7 millones de euros (A Coruña, por ejemplo, en solo un millón), lo que supone recortar el montante total que adeudaba en un 29 %. Le siguen Oleiros, con 898.000 euros y Betanzos, con 621.000 euros de reducción. Paderne, por su parte, es el que mayor reducción porcentual hizo, un 64,4 %. Si al cierre del 2012 eran 290.000 euros los que tenía que abonar a los bancos, en diciembre de 2013 apenas superaban los cien mil euros.

Por habitante

Los habitantes del área metropolitana debían de media 235,24 euros al cierre del 2013, según los datos del Ministerio de Hacienda. Encabezan la lista el Concello Miño, donde cada vecino soporta una deuda de 621,85 euros, y el de Carral, donde el endeudamiento se sitúa en los 566,83 euros por habitante. Por encima de la barrera de los 200 euros figuran también Culleredo (224,77) y Vilasantar (238,97 euros).

En el otro extremo de la balanza encontramos a ayuntamientos como Bergondo, Oza-Cesuras, Paderne, Sada o Sobrado dos Monxes, en los que los que la deuda per cápita de sus vecinos no llega ni siquiera a alcanzar los 50 euros.