Tres recetas diferentes para cocinar la tercera república

La Voz

A CORUÑA

10 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El tema de la semana, la abdicación del rey Juan Carlos I, tuvo su hueco en el pleno. Los tres partidos de la oposición presentaron mociones para instar al Gobierno central a que autorice la celebración de un referendo sobre la continuidad de la monarquía o la instauración de la tercera república. El objetivo era más o menos el mismo, pero las diferencias para alcanzarlo y sobre la profundidad de las reformas impidieron que la oposición presentase un texto conjunto a debate.

El PSOE presentó la propuesta más moderada, consistente en poner en marcha una reforma de la Constitución que pueda afectar a la forma del Estado, monarquía o república, y que tendría que ser aprobada en referendo.

Frente a esa iniciativa, comparable a echarle más sal y pimienta al plato, EU apostó por volver a empezar a cocinar de cero. Santiso pidió que se ponga en marcha un «novo proceso constituinte, sen ataduras» y con la posibilidad de que pudiese dar paso a una «federación de estados dentro de la España democrática».

La receta del Bloque para cambiar el actual sistema «caduco e esgotado» del que no comparte «nin a monarquía nin a estrutura do Estado», recordó Xosé Manuel Carril, es parecida, pero se centra en defender la gastronomía autóctona, es decir tiene mas carga nacionalista. El proceso debe dar lugar a una «república de repúblicas ou república confederal», que vea la luz tras un proceso que respete el «dereito a decidir». El objetivo último del BNG sería la «república galega».

Las diferencias en las propuestas originaron una sopa de letras en las votaciones, y las tres propuestas se quedaron muy lejos de lograr un apoyo mayoritario. El BNG y EU votaron a favor de sus dos mociones, mientras que se abstuvieron en la que presentó el PSOE. Lo mismo hicieron los socialistas, que votaron a favor de su propia propuesta mientras que se abstuvieron en las de izquierdistas y nacionalistas.

¿Vencedor? El PP, que permitió el debate de las mociones para demostrar la falta de unidad de la oposición y le salió bordado. Los populares votaron contra las tres iniciativas, y el edil Miguel Lorenzo reprochó a los socialistas su «falta de respeto» a Rubalcaba, que se ha pronunciado a favor de la monarquía. El único pero de la intervención del conservador fue su afirmación de que la Constitución se aprobó con el consenso de «todos los partidos». Olvidó que el PNV no la votó, que ERC y otros partidos la rechazaron, y que Alianza Popular, la anterior marca del PP, se dividió y 5 de sus 16 diputados la rechazaron y 2 se abstuvieron.