Nostián deja sin abrir una de cada cinco bolsas de basura

Xosé Vázquez Gago
Xosé V. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

JANET GONZALEZ VALDES

Los auditores proponen invertir 650.000 euros en cambiar las máquinas

16 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las auditorías encargadas por el Ayuntamiento sobre Nostián revelan numerosos errores en las previsiones sobre las que se basaron los técnicos para planear y poner en marcha la planta de tratamiento de residuos en el año 2000. «El diseño inicial resultaba incompleto en las distintas líneas de tratamiento», concluye el análisis técnico realizado por la compañía Applus Norcontrol, para la que los objetivos eran «confusos, presentando ambigüedades, no pudiéndose establecer claramente la base de diseño de la instalación, llegando a quedar confuso el propio proceso de tratamiento».

Esos fallos, que los estudios achacan en parte a la Administración local, provocaron que toneladas de residuos tuviesen que ser enterrados sin tratar y dispararon los costes, pero la auditoría también destaca que se tomaron medidas para «cubrir las carencias del diseño inicial». Gracias a esas modificaciones se ha alcanzado «una configuración de tratamiento que se puede considerar estándar».

Llegados a ese punto, Applus presenta varias propuestas no vinculantes para mejorar el funcionamiento de Nostián, reducir el porcentaje de residuos rechazados (enviados a vertedero), y mejorar los ingresos mediante la venta de productos derivados.

La primera de esas iniciativas pasa por mejorar el mecanismo de apertura de las bolsas de basura. Según la auditoría, unas 18.000 toneladas anuales de residuos, el 20 % de los que llegan en bolsas, se quedan dentro. El sistema actual es incapaz de abrirlas. Eso impide separar los materiales y tratarlos.

Applus sugiere instalar nueva maquinaria que ya funciona en otras seis plantas españolas para evitar ese problema. El equipo costaría unos 650.000 euros, pero según sus estimaciones se amortizarían tres años, ya que se sería necesario tratar 9.000 toneladas menos de rechazos, con el ahorro que conlleva.

La auditoría también propone mejorar el aprovechamiento de materia orgánica mediante un sistema extrusor para generar un producto «presado» de «aspecto viscoso» con un «alto aprovechamiento en la producción de biogás». Costaría unos 550.000 euros y sería el primero de su tipo en España, aunque ya se utilizan en Alemania o Italia. También debería quedar amortizado en unos tres años.

La auditora insta a recuperar el acuerdo del 2008 con Sogama, que nunca se llegó a aplicar. El pacto preveía que la planta de Cerceda tratase los rechazos de Nostián, mientras que en A Coruña se gestionan los residuos orgánicos generados en ella. Ese intercambio permitiría aprovechar mejor las capacidades de ambas instalaciones.

Finalmente, se propone a los gestores de la planta producir combustibles sólidos recuperados a partir de los rechazos. Esos materiales han sustituido al 25 % del combustible tradicional que se utilizaba en las industrias del cemento de Francia, Alemania o Bélgica, y también tendrían salida en centrales térmicas, siderúrgicas o cerámicas, explica la auditoría.