Reunió a un millar de personas el Palacio de la Ópera de A Coruña en el inicio de una gira que llevará su música por toda España
02 feb 2014 . Actualizado a las 14:34 h.Deuda saldada. Atlántico, el disco que Xoel López lanzo en el 2012 recogiendo su experiencia americana, no había contado con una presentación al uso en su ciudad. Sí se produjo aquel pase del coruñés en el Noroeste Pop Rock, rodeado de invitados y con 20.000 personas en la playa de Riazor. Pero resultó algo totalmente excepcional. Faltaba, precisamente, el modo convencional. Ayer, casi dos años después y con el artista mirando a un nuevo trabajo, llegó ese momento. En el Palacio de la Ópera, iniciando una gira que lo llevará por media España con Son Estrella Galicia, y ante un millar de personas.
Como era de esperar, la actuación se vertebró sobre su primer disco a su nombre. Inaugurándola con un Buenos Aires, que se vino a más en directo hinchada de emoción, supuso una puesta de largo en familia -«hay muchas conocidas aquí y me gusta», dijo el músico- de un trabajo que ha marcado un punto de inflexión en su carrera. Cayeron prácticamente todas. Algunas en versiones sorprendentes, como Joven poeta afilada de drama o Tierra, con envoltorio ligeramente bailable. Otras resultaron más fieles, como las delicadas La boca del volcán o Por el viejo barrio.
Conformaron una tabla sonora con muchos agujeros por los que penetrar hacia el pasado de Deluxe. Por el escenario desfilaron Pájaros negros, Réquiem (no fui yo), Reconstrucción, Historia universal (El amor no es lo que piensas) o Amor Valiente. Y en las butacas brotaron sonoras ovaciones a cada una de ellas. También hubo lugar para las cejas arqueadas Una pieza nueva que se presentó, A serea e o mariñeiro, se encargó de ello. Respondiendo a la etiqueta afrogalaica que el mismo Xoel adelantó esta semana en La Voz, resultó un fogonazo bailable con partes hurtadas ¡a Chimo Bayo! Buenas vibraciones que auguran más experimentación en el futuro del cantante.
Cerrado el set con El asaltante de estaciones, una potente pieza de psicodelia tropical con estallidos melódicos, la banda se despidió. Y retornó con un bis lleno de sorpresas. Primero, con la presencia en el escenario del coruñés Juan de Dios Martín, exmúsico de Xoel en directo y productor de Atlántico. Después, con la interpretación de otro tema inédito, San Juan, aquella canción inspirada en la gran fiesta de la ciudad de la que tanto se habló en verano y que anoche vio la luz. Y, finalmente, con todo el público en pie interpretando De piedra y arena mojada. Esta mutó una ráfaga de afro-beat expansivo y el Palacio en una toda una sala de conciertos. Las sonrisas se dispararon en todas las direcciones.