La oposición rechazó el presupuesto, pero apenas adelantó si presentará alegaciones para sacarlo adelante y en qué consistirán. En cambio, sus alegaciones al segundo asunto económico del orden del día, una modificación del actual presupuesto por valor de 1,3 millones de euros, sí eran conocidas. Las presentaron PSOE y BNG, que vieron como eran rechazadas sin grandes contemplaciones. «Parece mentira que aún no sepan hacer alegaciones», les reprochó el concejal de Hacienda, Roberto Coira, en una intervención más dura de lo que suele ser habitual en él. El edil lamentó que las reclamaciones de nacionalistas y socialistas «solo son un intento de ralentizar los trámites».
Coira recordó que el modificativo fue necesario para hacer frente a dos necesidades «urgentes», el pago de una sentencia judicial por irregularidades en la adjudicación de la feria taurina y del importe de unas obras. Ambos trámites fueron realizados durante anteriores gobiernos socialistas.
El debate, que ya venía caliente de la discusión sobre el presupuesto, no se suavizó. Santiso acusó al alcalde de «abusar» de los modificativos de crédito, una crítica que el regidor había lanzado a sus predecesores cuando estaba en la oposición.
Ermitas Valencia (BNG) lamentó que no aceptasen el cambio que plantearon, para dedicar 300.000 euros destinados a fiestas a aliviar el copago de medicamentos a enfermos graves.
José Nogueira (PSOE) criticó que el paro no preocupe a Negreira, «el rey de las fiestas», y con tantas «no tiene tiempo a ejecutar el presupuesto».
Julio Flores volvió a ser el encargado de vérselas con los tres grupos rivales. El portavoz del gobierno tiró de los «caprichos del bipartito» y subrayó que se opusieron a sus modificativos, pero «decimos sí a los de ahora» porque están dedicados a «blindar el gasto social y crear empleo».