Las nóminas de los regidores de los veinte ayuntamientos del área acumulan un gasto anual bruto de casi 700.000 euros
17 nov 2013 . Actualizado a las 14:09 h.Mientras Carlos Negreira gobierna la suerte de 247.000 vecinos en la ciudad de A Coruña, veinte alcaldes de la comarca dirigen los destinos de otros tantos municipios más modestos en población. Si hiciésemos de esos veinte concellos uno solo nos encontraríamos con un municipio de 150.000 habitante, cien mil menos que en la ciudad herculina. Pero si sumásemos las retribuciones de todos sus alcaldes para concentrarlas en una única nómina, el regidor afortunado se llevaría al año unos ingresos brutos de 690.000 euros, diez veces el sueldo de Carlos Negreira.
Si alguna ventaja de gasto tienen los pequeños ayuntamientos con respecto a los grandes es que en la gran mayoría de los casos solo cobran los alcaldes.
En el Ayuntamiento de A Coruña perciben un salario público algo más de la mitad de los 27 ediles. En concreto, son 15 los que cobran sueldos políticos. De los 14 concejales populares, once gozan de nómina municipal, los otros tres cobran por otras vías. El edil Roberto Coira lo hace como funcionario del Ayuntamiento y las concejalas Carmen Hervada y María Elvira Padín perciben ingresos como diputadas provinciales.
En cuanto a cifras, los ingresos se dividen en cinco categorías distintas. El alcalde, Carlos Negreira, suma 65.220 euros brutos al año, un 10 % más que el funcionario de mayor rango. Los tenientes de alcalde se equiparan al nivel 29. Son Julio Flores, Martín Fernández Prado, Rosa Gallego, Ana Fernández y María Luisa Cid. En esa misma categoría salarial está incluido el concejal socialista José Nogueira. Todos ellos facturan 59.988 euros brutos al año en 14 pagas.
Con dedicación exclusiva figuran otros tres populares, Francisco Mourelo, Enrique Salvador y Begoña Freire, equiparados al nivel funcionarial 28. Les corresponden 54.573 euros anuales. El único popular con dedicación parcial es Miguel Lorenzo, que cobra 29.339 euros.
Finalmente, socialistas y nacionalistas se reparten otras cinco parciales, todas ellas dotadas con 18.604 euros al año. Mar Barcón, Silvia Longueira y Yoya Neira son las concejalas del PSOE con esa nómina, mientras que por parte nacionalista ingresan del Ayuntamiento Ermitas Valencia y Avia Veira.
Aunque el resto de concejales no están en nómina, no significa que no cobren. Quienes tienen dedicación no perciben dietas por asistencia a plenos y comisiones, pero los que no la tienen, sí. En el caso de A Coruña, cada pleno reporta 360 euros por concejal sin dedicación. Suman también otros 180 euros por comisiones. Así no es difícil acercarse a los mil euros al mes por esa vía. La asistencia a juntas de gobierno se paga en A Coruña a 240 euros por edil y sesión.
A esas cantidades hay que sumar las dietas que puedan cobrar por desplazamientos y el dinero que tiene asignado cada grupo político, así como los cargos de libre designación para personal de confianza y asesores de los que goza el gobierno local y en mucho menor medida la oposición.
Oleiros es, fuera de A Coruña, el municipio que más fondos dedica en la comarca a pagar sueldos políticos. Porque los once concejales que le dan la mayoría absoluta a Alternativa dos Veciños tienen salario. Hay dos ediles con 40.000 euros al año de dedicación, otros cuatro que perciben 30.000, cuatro más ingresan 25.000 euros al año y finalmente el alcalde es quien percibe una nómina mayor, con 54.000 euros brutos anuales.
Un caso similar se da en Cambre, donde además del alcalde, Manuel Rivas, cobran todos los miembros del Partido Popular en la corporación (29.000 euros cada uno). El otro integrante del gobierno local, Manuel Marante, del Partido Galeguista, ha renunciado a sueldo pero, en cambio, es el único que percibe los cuatrocientos euros por junta de gobierno y lo habitual es que se celebren cuatro al mes, es decir: 1.600 euros.
Curiosidad en Sada
En el municipio de Sada se da una curiosidad. Mientras uno de los cuatro concejales del PP no tiene atribución y otra edila de este partido, la primera teniente de alcalde, Soraya Salorio, percibe medio sueldo, los cinco miembros del PDSP de Moncho Rodríguez Ares -este ausente desde hace un año- cobran cada uno una nómina de 28.000 euros brutos al año.
Pero este apartado esconde más datos curiosos. Por ejemplo, aunque Arteixo y Oleiros son de calle los municipios más poblados del área metropolitana de A Coruña, ni Carlos Calvelo ni Ángel García Seoane son los alcaldes mejor pagados de la comarca, si bien ambos pasan claramente de los 50.000 euros. Les supera un veterano, el regidor de Culleredo, Julio Sacristán, con 58.160 euros brutos.
Después de la fusión de los concellos de Oza dos Ríos y Cesuras, Francisco Quintela -regidor de Coirós-, se ha quedado solo como alcalde sin nómina, una condición que también cumplía Julián Lucas, ya retirado del escenario político desde antes del verano. Por otro lado, en el nuevo concello fusionado, el presidente de la junta gestora, Pablo González Cacheiro, tiene previsto volver a su viejo sueldo después del drástico recorte ejecutado hace aproximadamente un año. Entonces, antes de afrontar la que consideraba una dolorosa reducción de la plantilla municipal con las bajas de cuatro trabajadores, optó por bajarse el sueldo a la mitad, por lo que hoy es prácticamente un mileurista. La misma condición cumple el alcalde de Irixoa, Antonio Deibe Sanmartín, quien puede presumir de ser el alcalde que menos cobra en la comarca coruñesa. Junto a él también perciben media dedicación dos de sus concejales, si bien con cantidades aún más irrisorias que las del alcalde, apenas 16.000 euros brutos al año entre los dos.
Dejando a un lado María Pita, en la comarca coruñesa solo hay 42 concejales -que no alcaldes- con un sueldo político de un total de 254 ediles en las veinte corporaciones. Todos ellos se reparten 1.140.569 euros en dedicaciones totales o parciales, con especial concentración en los ayuntamientos más poblados, como Arteixo y Oleiros, donde algunos ediles cobran más que buena parte de los alcaldes de la comarca con nóminas como la de María José Rivero, de Servicios Económicos de Arteixo, con 45.000 euros brutos.