Del horrendo crimen de los mellizos no está todo dicho. Falta que se resuelva el recurso que presentaron los abogados de Javier Estrada y de María del Mar Longueira. Y para eso se tendrá que celebrar una vista en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que muy probablemente será antes de que termine el año. Allí, frente al Fiscal y a las acusaciones, las defensas de los condenados intentarán convencer a los miembros de la sala de lo penal que sus clientes no merecieron semejante castigo, que las sentencias que los condenado a 43 años y 7 meses a él y 12 años y 9 meses a ella, están infundadas, que lo que se vio y escuchó durante el juicio no prueba que ese hombre estuviese en sus cabales y que esa mujer mirase para otro lado cuando su pareja pegaba a sus pequeños. Mucho menos que ella les levantase la mano. Por el momento, Javier Estrada continúa en prisión y maría del Mar Longueira en su casa, esperando que el recurso le libre de ingresar en la cárcel.
A ella, la Audiencia Provincial la castigó por dos delitos de homicidio por imprudencia, siete delitos de maltrato familiar y otros dos de malos tratos habituales. A él lo condenaron por dos delitos de asesinato, con el agravante de parentesco y la atenuante de confesión, cinco delitos de maltrato familiar y dos de malos tratos habituales.
En esa vista que se celebrará en el TSXG, la abogada de Javier Estrada dirá que ese fallo no está «suficientemente motivado ni fundamentado jurídicamente». No entiende que no se haya aplicado la eximente incompleta de alteración mental que solicitaba la defensa, ya que en su opinión se pasan por alto los informes psiquiátricos y se da más credibilidad a los forenses sin ninguna motivación concreta. Durante la vista oral, la abogada puso de relieve los informes de dos psiquiatras que determinaron que sufre un retraso mental y que su mentalidad es la de «un niño de entre 9 y 12 años», así como que padece un trastorno paranoide. Rama había solicitado que se impusiera a su defendido un internamiento psiquiátrico durante un período de 6 años.
La defensa de Longueira incidirá que no hay una sola prueba que indique que esta madre haya pegado a sus hijos o que permitiese que su pareja les agrediese.