Solo ocho aeropuertos tuvieron incremento de viajeros el pasado mes de julio. Y solo 11 presumieron de saldo positivo en junio en un contexto generalizado de crisis y descensos de la actividad en casi todas las terminales, con Madrid, el principal, a la cabeza de esos descensos, un 16 % por ciento menos de usuarios en el pasado mes. En esa lista de privilegiados hay siete destinos turísticos -inevitables en estas fechas- y una pequeña ciudad del norte de España, A Coruña, que acrecienta su perfil de pasajero de negocios (hasta casi la mitad de los usuarios, según los cálculos de Aena) para continuar con su remontada para volver a asomarse a la barrera del millón de usuarios.
En julio fueron 86.693 los usuarios de Alvedro. Con ese promedio, el aeropuerto coruñés está de nuevo en la senda de sus mejores cifras, aunque este 2013 aún quedará lejos la barrera del millón de usuarios por el pésimo resultado de los cinco primeros meses del año. A 31 de julio, Alvedro ha acumulado 442.000 viajeros, menos de los que se prevé pasen por sus instalaciones en los últimos cinco meses del año. Y todo ello, con unos niveles de ocupación que superan el 80 % con holgura en las principales rutas, Madrid, Barcelona o Londres. Y que en otras ocasionales, como Ámsterdam, que solo se opera en verano, alcanzan también niveles más que respetables.
En la buena senda. Con esos datos, se demuestra la importancia del aeropuerto en la recuperación económica de la ciudad. Las cifras de viajeros han apuntalado al sector turístico, en caída libre desde la marcha de Spanair. Los hoteles de la ciudad y el área metropolitana están firmando su mejor verano desde el 2010 y este fin de semana, con el cartel de completo en casi todos los alojamientos, es una buena muestra de ello. También se ha mejorado la estadística de creación/destrucción de empresas y el paro registrado está en el nivel más bajo de todas las ciudades gallegas, en el entorno del 15 %. Aunque ningún responsable político se atreve a verbalizarlo por el temor a las chanzas de los famosos brotes verdes, son muchos los que confían en un último semestre del año en el que la actividad económica empiece a dar muestras de recuperación y creación de riqueza. Y Alvedro seguirá siendo un buen termómetro para medir ese nivel de mejora.
El futuro de Vueling. En ese horizonte optimista hay alguna nube negra. Ayer mismo se hizo público el relevo en la dirección de Vueling, una de las aerolíneas que más ha apostado por Alvedro. Josep Piqué, el presidente, deja la compañía tras su absorción por parte del grupo IAG, que lidera British Airways y que ya ha deglutido la adquisición de Iberia. La buena nueva es que su relevo es Alex Cruz, un experto gestor con una gran vinculación con la ciudad, por la que apostó de forma reiterada ya desde sus tiempos en la desaparecida Clickair. Ahora toca luchar a fondo por no perder lo alcanzado.