Loquillo enciende María Pita

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El músico reúne a 15.000 personas en el primer concierto de las fiestas

02 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Veteranía, repertorios cantados mil y una vez y mucho rock cantado en castellano. Así se abrió la caja de la música de las fiestas de María Pita 2013. Ariel Rot y Leiva a los lados. Loquillo en el centro. Y por los altavoces sonando El ritmo del garaje, uno de los grandes himnos de la Movida. Era la carta de presentación de un extenso concierto que disfrutaron unas quince mil personas, según Protección Civil.

Todo respondió al guion. Tras esa introducción, los tres artistas se separaron y dieron su espectáculo particular, para luego volverse a mezclar poco a poco. El primero fue Ariel Rot, que repasó temas de todas sus etapas, logrando los mayores aplausos con los de su etapa de los Rodríguez, como Me estás atrapando otra vez o su mix de canciones de Tequila. Siguió Leiva, apelando, por supuesto, a su etapa de Pereza y, al cierre de esta edición, estaba previsto que Loquillo empezase su set, estirando la actuación hasta más allá de las dos de la mañana.

Minutos antes de empezar el concierto, Xoel López vivió uno de los días de su vida. Desde el balcón del Ayuntamiento leyó un pregón emotivo que empezó haciendo un recordatorio a las víctimas del accidente de Santiago y terminó con un insólito «¡Felices fiestas y viva el Orzán!».

«Tierra»

Quizá fue esta la manera de empalmar su discurso con Tierra, la canción que interpretó a continuación acompañado de un simple ukelele y que, según él, habla de esas playas coruñesas que recordaba desde Argentina. «Desde Buenos Aires se ve la Torre. También desde Brooklyn», aseguró Xoel, que situó en lugares concretos lo que para él es A Coruña: «Los helados de la Colón, los churros de Bonilla, las cervezas en Estrella de Galicia y, por supuesto, los partidos del Dépor».

Pero, por encima de todo, apeló al carácter abierto y festivo de la ciudad: «¿Cómo decirle aquí a la gente que se divierta si haga sol o llueva aquí toda la ciudad se va de carallada sí o sí?». Y, por supuesto, a su singularidad. «Lo decía mi abuela, como Coruña no hay nada. Y sí, no lo hay».