El juez del «Prestige» echó en falta a algunos políticos en el banquillo

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

GUSTAVO RIVAS

El magistrado aseguró que tendrá lista la sentencia en noviembre

11 jul 2013 . Actualizado a las 03:59 h.

José Luis Pía, el hombre tranquilo que presidió con mano de seda el juicio del Prestige y con quien todas las partes quedaron encantadas, se sinceró con los periodistas que durante estos ocho meses cubrieron las 400 horas de sesiones. En un encuentro informal y una vez que lo dejó visto para sentencia, confesó que en el banquillo faltaron acusados, que son todos los que están, pero no están todos los que son. «Es obvio que hay más gente implicada en el siniestro, tanto responsables políticos como no políticos», dijo. No se le escapó, pues luego añadió que no solo debían de estar responsables de la administración, sino también personas del entorno del buque. Pero eso no le competía a él, sino a las acusaciones, tanto a la pública como a las particulares, según precisó. Ellos sabrán porqué no lo hicieron. Lo que ya no quiso fue dar nombres. Así que los únicos que pueden ser condenados son tres jubilados, el capitán del buque, Apostolos Mangouras; el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector general de la Marina Mercante, José Luis López Sors. Estas tres personas tendrán que esperar a noviembre para conocer el fallo. El magistrado de la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña aseguró que en la primera quincena de ese mes tendrá lista la sentencia; es decir, justo cuando se cumplan 11 años de la catástrofe.

El juez también calificó de «desmesurado» el coste económico del proceso judicial, que se elevó a millón y medio de euros. Porque cree que no hacía falta tal despliegue; si bien quiso agradecer a la Xunta «su esfuerzo» para que el juicio se desarrollara de modo perfecto. Lo que tampoco le ha gustado fue la «dualidad» procesal debido a la celebración en Estados Unidos del juicio en el que resultó absuelta la clasificadora ABS, pues «ha perjudicado enormemente» el proceso seguido en España.

Pero antes de estas palabras habló la abogada del Estado y defensora de López Sors, a quien exculpó de toda responsabilidad durante la crisis, frente a la opinión de las acusaciones, que algunas piden que sea condenado a siete años de prisión.

Insistió la abogada que alejar el «Prestige» de la costa fue «la opción menos dañina» y rechazó cualquier responsabilidad sobre el rumbo errático que siguió el barco días antes de su hundimiento, del que acusó la empresa de rescate Smit Salvage, contratada por la armadora. Luego precisó que las órdenes del entonces Capitán Marítimo no fueron alejar el buque de la costa, sino tomar el control del mismo y apartarlo del dispositivo de tráfico de Fisterra.

«Si hay que analizar en este juicio la conducta de López Sors hay que hacerlo como la cumbre de una organización», aseguró la letrada en clara referencia a la cantidad de personas que durante los días de la crisis intervinieron en la catástrofe, consultando en todo momento a expertos y técnicos, como el práctico de A Coruña, que desaconsejó meterlo a puerto por la estrechez del canal y porque el barco iba sin gobierno, lo que podría crear una catástrofe todavía mayor.

La búsqueda de un puerto refugio se rechazó una vez escuchadas las opiniones de decenas de profesionales, que coincidían en que ningún puerto o ría de Galicia reunía las características necesarias para albergar el buque y luego permitir el trasvase del petróleo. Añadió que el barco tenía «una probabilidad limitada» de llegar a un puerto refugio sin causar graves daños. Ante estas circunstancias, la abogada del Estado sostuvo que el trasfondo del accidente está el «pésimo» estado del Prestige.

Al margen de las responsabilidades penales, el fiscal de Medio Ambiente reclama 4.328 millones de indemnizaciones por los daños de la marea negra causada.