El avión en el que llegaban los beneficiarios del programa «Reencontros» de la Xunta se desvió a Lavacolla por viento
20 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El avión que tenía que aterrizar ayer por la mañana en Alvedro con 51 beneficiarios del programa de la Xunta Reencontros na casa tuvo que ser desviado al aeropuerto de Santiago debido a que fue imposible el aterrizaje «por el fuerte viento lateral». (Por la tarde se desvió otro avión a Santiago procedente de Madrid). Frente a la puerta de llegadas les esperaban casi un centenar de familiares, que tuvieron que armarse de paciencia y aguardar una hora y media para abrazar a sus primos, hermanos, tíos... recién llegados de Montevideo. De todas formas, el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, enseguida les informó de que un bus traería desde Santiago a los viajeros. «En vez de recibilos nunha porta, poderán facelo nesa outra», explicó señalando la entrada a la terminal.
Para algunos la espera se hizo eterna, como para Manuel Suárez Figueiras, que no veía a su hermano emigrado en Montevideo desde hace 58 años. «Eu era moi pequeno cando el marchou do Couto (Ponteceso). Recordo que era robusto, co pelo negro rizado... Non sei se el me recoñecerá a min», explicaba Manuel. Esa emoción era compartida por su hermano, que anteayer, antes de coger el avión «dicía que estaba en Caracas, en vez de Montevideo. Os nervios...». También fue una jornada de emociones para Manuel Carro y María Viñán, que ayer se reencontraron con su hijo José Manuel, emigrado en el 65. «Hoxe haberá caldo na casa», decía María.