As Mariñas coruñesas y Terras do Mandeo, reserva de la biosfera

Efe PARÍS

A CORUÑA

La Unesco distingue un zona con ecosistemas costeros y de montaña, y de gran diversidad biológica

28 may 2013 . Actualizado a las 23:40 h.

Desde ayer por la tarde, As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, zona coincidente con el área metropolitana de la ciudad de A Coruña, es una de las reservas mundiales de la biosfera. La delegación, integrada por 18 ayuntamientos y varias asociaciones, había acudido a París para conocer in situ la esperada noticia, después de que el gobierno estatal anunciara recientemente su apuesta por la candidatura gallega, que se suma a un listado de 610 zonas repartidas en 117 países. España cuenta con 45 reservas de la biosfera, lo que la convierte en el segundo país más distinguido por detrás de Estados Unidos.

El reconocimiento no solo destaca los elementos naturales, sino también, con idéntico nivel de prioridad, el desarrollo de las formas de explotación sostenible de los recursos.

As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo comprenden 114.000 hectáreas, algo más de un 14 % de la provincia. Se reparten entre los ayuntamientos de Aranga, Abegondo, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Cesuras, Coirós, Culleredo, Curtis, Irixoa, Miño, Oleiros, Oza dos Ríos, Paderne, Sada y Sobrado.

Fue el alcalde de Abegondo y presidente del Grupo de Desenvolvemento Rural As Mariñas-Betanzos, José Antonio Santiso, el encargado de intervenir ante el Consejo tras conocerse el fallo. Agradeció la decisión que supone «el principio de un gran reto para el desarrollo sostenible». Posteriormente, destacó que la candidatura gallega había sido «la más aplaudida». En sus palabras recalcó que el reconocimiento como reserva de la biosfera servirá también de valor añadido a la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la torre de Hércules para incrementar el atractivo turístico de la comarca.

Más financiación

La calificación de reserva permitirá al territorio optar a nuevas vías de financiación específicas, así como potenciar el turismo y una marca propia para productos autóctonos.

La iniciativa de las reservas de la biosfera, lugares reconocidos por la experimentación de prácticas innovadoras para conciliar la actividad humana y la conservación del medio ambiente, arrancó a principios de la década de los setenta con el programa El hombre y la biosfera, para fomentar las investigaciones interdisciplinarias con las que reducir la pérdida de la biodiversidad y tratar sus aspectos ecológicos, sociales y económicos.