Nicanor, el manifestante que está en todas partes

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA

A CORUÑA

A sus 73 años se ha convertido en el gran rostro de la indignación local y asegura que le queda «cuerda para rato»

18 feb 2013 . Actualizado a las 12:38 h.

Nicanor Acosta confiesa que vive «instalado en la perplejidad». Ve tanta injusticia a su alrededor que no lo duda: «La situación actual es verdaderamente escandalosa». Ello no lo paraliza. Todo lo contrario: «Tengo que estar ayudando en lo que pueda. Y lo voy a seguir haciendo. Rara vez me tomo un día libre». Su labor incluye desde los afectados de las preferentes a los desahucios, pasando por los inmigrantes. Todos cuentan con el respaldo de Nicanor.

A sus 73 años, este exsacerdote no tiene pensando dar ni un paso atrás. «Me queda cuerda para rato», asegura. Convertido en uno de los rostros más conocidos del activismo social en A Coruña, sostiene que esas concentraciones de causas aparentemente perdidas sirven. Y de mucho: «Es una visibilidad de cara a la ciudadanía, pedagogía que se hace en plena calle. Esto se pega y fortalece al ciudadano. Da poder. Y eso es muy importante».

Sabe de lo que habla. No es precisamente un recién llegado. De hecho, su lucha en pos de la justicia le llevó en dos ocasiones a la cárcel. «Fue en el franquismo -recuerda-. Yo era cura en la iglesia de San Jorge. Vigilaban mi actividad pastoral. La gota que colmó el vaso fue un documento sobre las torturas que circulaba por todo el país. Yo hice una asamblea con un grupo de curas que pensé que podían entenderlo. Además, lanzamos unas octavillas pidiendo libertad sindical».

El resultado fue el previsible. Nicanor acabó entre rejas. «En el trullo», apunta empleando una jerga impropia, en teoría, de su edad. Se ríe como quien comete una travesura y continúa rememorando: «Primero estuve menos de un mes, pero luego me mandaron al penal de Zamora casi un año. La experiencia me activó aún más. Estar en contacto con gente tan comprometida me espabiló, me despertó».

Todo aquello ocurrió en 1969. Ahora, en el 2013, hay otras cosas por las que luchar. Y nuevas generaciones a las que adherirse. De todo el movimiento vinculado al 15-M, Nicanor es el mayor. ¿El abuelo de los indignados? «No te creas -contesta-. Ellos me tratan como un compañero más. No hacen distingos y yo tampoco los hago con ellos. Me encuentro muy a gusto y aprendo cada día algo nuevo de ellos». Frente a los que sostienen que el 15-M coruñés pasó a la historia con el desmantelamiento del campamento del Obelisco, Nicanor opina todo lo contrario: «Hemos parado varios desahucios y también hemos logrados que paguen a mucha gente en preferentes».

Desahucio de Aurelia Rey

Hoy la agenda de Nicanor tiene un nombre, Aurelia Rey, y una dirección, Padre Feijoo. Allí estará junto a la plataforma Stop Desahucios. Intentarán impedir que el desahucio de esta mujer de 85 que no pagó un mes de alquiler se lleve a cabo. No estará solo, todos los partidos de la oposición municipal han anunciado que intentarán parar el desahucio de Aurelia.