«Los primeros días no me atrevía a bajar al agua, ahora paseo por allí»

La Voz

A CORUÑA

25 ene 2013 . Actualizado a las 13:20 h.

Estuvo 320 días sin poder ir a trabajar. Fue como consecuencia de lanzarse en medio de una gran ola para agarrar a Javier Adrián Ferreiro, de 12 años. Era el 10 de marzo de 2008 y el fuerte oleaje acababa de romper parte del paseo marítimo de Riazor, en las inmediaciones de la fuente de las Catalinas. Varios transeúntes fueron arrastrados hasta la calzada, en medio de los coches y de restos del paseo. Rogelio Prieto vio al crío que volvía del instituto en peligro y se lanzó a por él. Recuerda perfectamente las consecuencias: «Perdí cuatro dientes y me dieron diez puntos de sutura», además de lesionarse en una muñeca. Este celador de la Seguridad Social, ahora jubilado, explica que después de que ocurriera este hecho «los primeros días no me atrevía a bajar al paseo», pero «ahora camino por allí, porque es mi paseo favorito, no me intimida nada». De lo que ha ocurrido desde entonces, lo que más le ha dolido es que «se murió la madre del chico, y eso que era una mujer todavía joven». Apunta que no hace un año de ello y esto hizo que el pequeño tuviera que cambiar de casa, aunque tampoco era muy habitual que ambos se encontraran. Rogelio Prieto asegura que recuerda perfectamente todo lo ocurrido aquel día y se sigue mostrando agradecido a la clínica dental Robur que le reparó la dentadura de forma gratuita.