Sorprenden en la calle a un ladrón con una televisión gigante

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La policía lo detuvo dentro de un contenedor de basura

06 ene 2013 . Actualizado a las 07:01 h.

No era su día. Primero, porque nada más salir del bar en el que entró de madrugada cargando con una tele se encuentra de frente con un coche patrulla. Y segundo, porque en su huida pensó que un contenedor de basura sería buen escondite y no lo fue. Salió de él esposado y oliendo a desperdicios.

Ocurrió esta pasada madrugada en la calle Ramón y Cajal. Sobre las cuatro, el hombre había logrado forzar la puerta de un bar de la avenida del Ejército y acceder a su interior. Hasta ahí, bien. No perdió el tiempo en remover cajones o buscar siquiera el bote de las propinas. Vio una tele, de las que son muy grandes, la descolgó de la pared y salió con ella a la calle. El aparato lo cargaba a duras penas. No había dado ni tres pasos cuando se encuentra de frente con una patrulla de la policía municipal que acababa de salir de la Casa del Mar, pues habían trasladado al ambulatorio de urgencias a un hombre herido. Los agentes, que lo ven, le dan el alto. Y el delincuente, lejos de claudicar, tira la televisión al suelo y echa a correr. Eligió la ruta hacia la Fábrica de Tabacos. Los policías se bajan del vehículo y empiezan a perseguirlo. A la altura de la calle Primavera, uno de los agentes, que en un principio lo había perdido de vista, observa un pequeño movimiento del contenedor. No era un gato. Era el ratero, que se había metido en su interior, encamado entre bolsas de basura. El agente abrió la tapa y así se lo encontró. El hombre no estaba para oponer resistencia alguna. Se dejó esposar y fue detenido.

Luego se comprobó que la verja y la puerta de acceso del bar habían sido forzadas. Y en uno de los bolsillos del ladrón había 300 euros de los que no acertó a explicar su procedencia. Pocos minutos después, la Policía Local acudió a la calle Juan Canalejo después de que el propietario de un establecimiento llamase al 092 para denunciar que un cliente le había agredido. Personados los agentes, el hombre les dio su retrato robot. Poca batida hubo que hacer. Se lo encontraron en medio de la vía pública con los pantalones bajados y molestando a todo el que se cruzaba con él. Cuando los funcionarios le pidieron que se identificara, la emprendió a insultos contra ellos. Hasta que lograron meterlo en el coche patrulla, siendo detenido y puesto a disposición judicial por agresión y desobediencia.