Las monjas de las Esclavas se marcharán en verano

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

OSCAR PARIS

El traslado de las siete religiosas, que ya están jubiladas, no repercutirá en el funcionamiento del centro escolar

06 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«¿Por qué nos vamos? Pues porque somos mayores», apunta, con una sonrisa, una de las siete monjas que están actualmente en el colegio de las Esclavas. Y es que entre los padres de alumnos del centro y los feligreses de la parroquia de San Pío X se ha ido divulgado la noticia de que estas religiosas se marcharán de la ciudad el próximo verano, una vez concluido el curso escolar.

Mientras cumplía con una de las finalidades de la orden, el culto a la Eucaristía, una de las religiosas confirmaba esta semana la marcha e indicaba que todas ellas están jubiladas, por lo que ya no imparten clases en un centro en el que estudian unos 800 alumnos con edades que van de los 2 a 18 años.

De todos modos, el traslado de estas mujeres no tendrá repercusión en el funcionamiento del centro escolar ya que, según explican, además de los responsables del colegio que están habitualmente en el mismo, la institución cuenta con una comisión estatal que se encarga de mantener el ideario católico de los 16 centros que tienen repartidos por toda España. El colegio de A Coruña es el único que las Esclavas tienen en Galicia y aunque «hay vocaciones» de monjas jóvenes no son suficientes para todos los centros.

La superiora general de la orden, la japonesa Inmaculada Fukasawa, había visitado las instalaciones hace casi cuatro años, el día 20 de enero de 2009, asistiendo a la inauguración de dos aulas de educación infantil, un gimnasio, vestuarios y guardería. Relataba entonces una las monjas, entre risas, que alguno de los nuevos espacios habían albergado antes «un gallinero y un corral, donde había gallinas y cerdos; una vez hubo un temporal, se murieron y nos los comimos».

Las quince monjas que entonces formaban la comunidad son ahora siete que por el momento están a disposición de las responsables de una orden que fue fundada en 1877 por Rafaela María Porras Ayllón (1850-1925), junto con su hermana María del Pilar, con el nombre de Instituto de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.

Todavía no saben a dónde irán, «hay casas nuestras en todo el mundo», pero lo harán con nostalgia de A Coruña donde llevan más de sesenta años.

En lo que sí afectará el traslado de estas siete monjas es en el funcionamiento de la parroquia de San Pio X, «pero de eso ya se encargará el párroco en su momento».

«El colegio de las Esclavas ocupa lo que había sido el campo de fútbol del Deportivo hasta el año 1945, en que se trasladó a una zona inmediata». Esto escribe Carlos García Cortés en su libro Templos coruñeses. Historia. Arte. Culto. El inmueble está construido según un proyecto prestado por el arquitecto Santiago Rey Pedreira en el 1949. Cortés explica que después de la puesta en marcha del colegio vino la parroquia de San Pío X, «una de las cuatro parroquias puestas en marcha el 25 de julio de 1966», siendo las otras San Antonio, Nuestra Señora de Fátima y San Fernando. Para ello, ocupó parte del territorio que entonces dependía de las parroquias de Santa Lucía y Santa Margarita hasta el límite con Visma.