Cae el numero de inmigrantes de América por primera vez en 10 años

Marina Estarque A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El descenso, notable entre los sudamericanos, se explica por la crisis y las naturalizaciones

23 sep 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

El número de inmigrantes oriundos de América residentes en A Coruña cayó por primera vez en diez años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y del Ayuntamiento, relativos al 2011. En el 2010 eran 7.081 americanos y en el 2011 habían pasado a 6.835.

La diferencia de 246 personas puede parecer pequeña, pero es significativa comparada con el incremento de la inmigración en los años anteriores a la crisis. Entre el 2002 y el 2003, por ejemplo, 1.058 americanos llegaron a la ciudad. Desde el 2002 hasta el 2010 fueron 4.443 nuevos inmigrantes del continente.

O sea, el flujo de entrada cayó considerablemente. Eso no significa que no lleguen más inmigrantes. Otras nacionalidades siguen creciendo. Tanto es así que entre el 2010 y el 2011 A Coruña recibió 174 extranjeros, totalizando 12.518 inmigrantes. Incluso entre los americanos el número de dominicanos y peruanos nunca dejó de crecer en estos diez años. En general, la caída puede ser atribuida a Sudamérica, en especial a Argentina, Uruguay, Brasil y Colombia.

Los motivos del descenso, según el profesor de la Universidade da Coruña y experto en migraciones Antonio Izquierdo Escribano, son múltiples. En el caso de los sudamericanos, muchos se naturalizan y dejan de contar como extranjeros. Eso se debe a que tienen antepasados españoles, característica aún más común en Galicia por su histórico de emigración. Además, una ley permite a los latinoamericanos pedir la nacionalidad española a los dos años de residencia autorizada en el país.

La crisis es otro de los factores que explican el descenso. En busca de mejores ofertas de trabajo, hay sudamericanos que retornan a casa o migran a otras comunidades o países europeos. Un agravante es que para un extranjero la pérdida del contrato de trabajo puede imposibilitar la permanencia en España.

Para una persona en situación irregular es casi imposible conseguir un contrato. Normalmente se soluciona a través de un favor dentro de la comunidad de inmigrantes. «Perder el trabajo no es lo mismo para un español que para un foráneo. Ellos necesitan un contrato para existir legalmente», esclarece Escribano.

Según el profesor, muchas familias caen en una situación paradójica de tener los hijos regularizados y los padres, en el paro, sin conseguir renovar sus permisos. «Y así recaen en la irregularidad, fenómeno que empeoró con la crisis y las legislaciones cada vez más rígidas», dice.

Aun así, Escribano alerta: «No se van tantos como se imagina. Los que están solos y acaban de llegar son los que más marchan. Ya si tienes hijos, integrados y estudiando, es más difícil». Betty Rico, directora de la Unidad de Asesoramiento de Migraciones (UAMI) del Ayuntamiento de A Coruña sostiene lo mismo. «La gente está aquí y quiere quedarse. Son capaces de soportar situaciones difíciles por el futuro de sus hijos».

Los expertos también aclaran que los inmigrantes están más acostumbrados a vivir con menos y tienen el perfil de emprendedores. «Tienen más facilidad de prescindir del superfluo que nosotros. Y son buscadores activos de empleo. No se quedan en casa, viviendo de prestaciones», explica Juan José Vázquez Rodríguez, asesor jurídico de la UAMI. Por estas características, muchos eligen quedarse, y otros, sencillamente, no tienen recursos financieros para volver.

Para Escribano, los inmigrantes «nos interesan demográficamente, hay que intentar retenerlos. Son un capital social y los necesitamos para solucionar la crisis». Betty Rico defiende lo mismo. «Hay que integrarlos. Galicia envejece y los inmigrantes impiden que tengamos un saldo poblacional negativo. La inmigración es una riqueza económica y cultural», concluye.