Méndez Romeu reconoce que le hubiese gustado ser incluido en la lista del PSOE en un proceso «menos agitado».
-Ha pasado de no figurar en la lista a ir de número 2.
-El sábado me habían excluido de una manera sorprendente, es parte del procedimiento tortuoso que se sigue para designar la candidatura, con tensiones, negociaciones y a veces confrontaciones, pero al final creo que la ciudad de A Coruña está bien representada en la candidatura.
-¿Se sintió traicionado?
-Las reglas del juego llevan a este tipo de comportamientos zigzagueantes, con cambios de criterio. Yo siempre he mantenido las mismas posiciones y defendido un acuerdo amplio.
-Las anteriores listas al Senado tampoco recogieron la voluntad de las agrupaciones.
-En la reunión de Santiago se escucharon voces críticas en el sentido de que su opinión debía ser tenida en cuenta, y si no, que no se les plantee la participación. Queda claro que es necesario revisar el planteamiento, con procedimientos más simples y más aceptables.
-¿Cómo quedan ahora las relaciones en la agrupación local y con el grupo municipal a las puertas de las elecciones?
-En A Coruña no hay enfrentamientos que no sean manejables, solo diferencias de criterio. Ha habido un intento de mantener las dos tendencias y en el último minuto no fue posible, pero sí que ayer -por el lunes- todo el mundo coincidió en aplazar cualquier diferencia y trabajar de cara al 21-O.
-¿Y después del 21-O?
-En primer lugar, esperamos gobernar, y si lo hacemos, la tarea será muy complicada. En las relaciones locales no hay tensiones, el grupo municipal tiene su autonomía y las diferencias que puedan existir tienen que reconducirse e integrarse. Es lo normal en organizaciones complejas, se da en otras, con pluralidad de puntos de vista, aquí agudizado porque estamos en una situación inédita, ya que no gobernamos después de muchos años haciéndolo y las diferencias sobre lo que se debe hacer y cómo son más abiertas.
-¿La herida seguirá abierta?
-La decisión final la adoptaron los propios interesados. El sábado figuraba en la lista una compañera respetada, María Debén, pero en el último momento la candidatura fue retirada y pese a todo pudimos mantener a otra persona de A Coruña. Las renuncias a veces son delicadas y dolorosas, internamente, pero en el PSOE coruñés trabajamos siempre para limar diferencias. Y, en todo caso, en la vida política siembre hay que pactar.