Repsol mantiene el suspense sobre el traslado a Langosteira

Dolores Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El muelle petrolero, al fondo, será lo que se traslade a Langosteira.
El muelle petrolero, al fondo, será lo que se traslade a Langosteira. Janet González Valdés< / span>

La refinería evita pronunciarse y solo revela que sigue la negociación

27 jul 2012 . Actualizado a las 07:06 h.

El director de la refinería, Luis Felipe Llamas Gómez, evitó ayer desvelar cualquier punto de las negociaciones con la Autoridad Portuaria sobre el traslado de la terminal petrolera del puerto interior hasta el de Langosteira. «Seguimos negociando», fue lo único que reconoció, y evitó pronunciarse sobre la rebaja, reconocida por el Puerto, de la compensación que solicitaban inicialmente por adelantar su marcha, ya que cuentan con una concesión en las actuales instalaciones hasta el 2027. «No es el momento de hablar de eso», indicó al respecto de si la cifra que solicitan ahora es inferior a los 120 millones, tal como anunció el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, que apuntaba, recientemente, que pese a que hablan ya de una cantidad que supondría una rebaja de más del 50 % de la cantidad inicial, fijada por Repsol en 240 millones, sin embargo no se ha conseguido acercar lo suficiente sus posiciones.

Llamas solo se permitió reconocer ayer, tras un acto en las instalaciones de Bens, que «es un tema complejo». Desde la refinería se había apuntado que nadie ponía en duda que existiría ese traslado, pero también se había puntualizado que se debería compensar, de alguna manera, los intereses de esta operación.

Debido a que el puerto exterior se construyó bajo la premisa de alejar los tráficos peligrosos de la ciudad, se ha producido en el último año, cuando se suponía que la operación debería haberse cerrado, presión para una resolución al respecto. Incluso la actual ministra de Fomento, Ana Pastor, durante una visita a la ciudad, indicó que intermediaría. Sin embargo, todavía no se ha llegado a un acuerdo, aunque ambas partes hayan utilizado las mismas palabras en varias ocasiones, «buena sintonía», para hablar del estado de sus conversaciones.

El retraso preocupa además por los propios plazos del puerto exterior, para el que se ha fijado el fin de su construcción en el 2016. Siempre se apuntó que, al menos, se necesitarán tres años para el traslado de la terminal petrolera de Repsol a la nueva dársena y durante un tiempo ambas deberán funcionar en paralelo.