La defensa de Blanco Vila recuerda al tribunal que no existe prueba concluyente alguna contra su cliente

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

El principal sospechoso, que se enfrenta a 52 años de cárcel, insiste en que los mató uno de sus compinches y que él solo ocultó los cuerpos

15 may 2012 . Actualizado a las 15:32 h.

El juicio por la muerte y descuartizamiento de dos vecinos de Muros en Aranga quedó visto para sentencia esta mañana en la Audiencia Provincial de A Coruña. La defensa del principal sospechoso, que podría ser condenado a 52 años de cárcel, insistió en que no hay una sola prueba sólida contra su cliente. Si bien reconoció que existen numerosos indicios, afirmó que contra Blanco Vila solo hay la declaración de uno de sus compinches, que lo apuntó como el autor del crimen. «Ni hay pistola, ni huellas, ni nada que demuestre que Blanco Vila los mató», dijo. Por su parte, los otros seis procesados se enfrentan a penas de entre uno y cuatro años de prisión por encubrimiento y haber participado en el descuartizamiento de los cuerpos.