Un experto conocedor del arenal explica cómo el desnivel se convierte en una trampa
29 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.En los últimos seis meses, la playa del Orzán se ha cobrado cinco víctimas mortales. Este céntrico arenal distinguido con bandera azul se está convirtiendo en una trampa mortal para los que desconocen el medio. Óscar Vales es de los pocos que lo dominan como la palma de su mano. El propietario de la escuela de surf Vazva se mete un día sí otro no a coger olas, por eso se puede hacer una idea de lo que tuvieron que pasar los policías a la hora de rescatar al joven eslovaco. «Al dar tres pasos hay un desnivel de casi dos metros y medio, y ya no tocas fondo. Siempre ha sido peligrosa pero desde que la rellenaron el talud es mayor. Si intentas nadar hacia la orilla la parte alta de la ola te empuja hacia la parte alta de la rampa, pero inmediatamente el mar coge impulso y te vuelve hacia atrás. Es una especie de balancín», explica Vales, que añade: «Puedes nadar y nadar, pero sigues manteniendo la posición en el agua, se produce un desgaste de energía que hace que te acabes yendo hacia abajo». Sin embargo matiza: «Para alguien que lleve tiempo surfeando o para un socorrista la situación es distinta, porque sabe aprovechar la fuerza de la ola para salir».
Según cuenta Vales, la zona donde se produjo el suceso es la peor de toda la bahía, lo que sumado a que tuvo lugar en la hora punta de la pleamar en alerta naranja, convirtió ese tramo del Orzán en una agujero sin salida. «Sin flotador, tabla o aletas, meterte ahí es morir aunque sepas nadar».
Cabe recordar, que Galicia es la segunda zona de mayor potencial de fuerza de olas después de Tasmania, por ello a pesar de que las condiciones que se dieron el pasado jueves son las peores para alguien desconocedor del medio, «son las mejores para surfear».