En la irregularidad permanente

A CORUÑA

21 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El informe de auditoría es ese documento que Lendoiro suele ocultar a los accionistas todos los años. Se trata de un escrito en el que un profesional independiente analiza las cuentas de la entidad, en base a la información que la misma le da, y da fe de si tales números reflejan la imagen fiel de la sociedad en cuestión o no; o si se aprecian incorrecciones, irregularidades o matices que ayuden a la mejor comprensión de la situación de la empresa. Es un documento importantísimo porque de alguna manera sirve para avalar (o no) la veracidad de la gestión económica de los administradores.

En cuanto al Deportivo, a medida que pasan los años, los informes de auditoría aumentan su dramatismo. Con el actual, son ya dos ejercicios consecutivos en los que la empresa auditora, Olszewski, no puede escribir esa frase clásica que reza «las cuentas reflejan la imagen fiel de la sociedad». Lo que sí dice es que hay irregularidades, falta de información sobre Hacienda y que no puede emitir una opinión sobre las cuentas. Por si fuera poco, el informe de auditoría nos depara un párrafo aterrador, en el que habla abiertamente de que está en peligro la viabilidad de la entidad, al tiempo que de la lectura del citado documento uno puede darse por enterado de que el Deportivo caería en causa de disolución si se eliminan los activos gaseosos que aparecen en la contabilidad.

Pero Lendoiro hace tiempo que ha dejado de ponerse rojo por cuestiones como la ley, la transparencia, las libertades, la moral y demás asuntos que para él, a tenor de su comportamiento, rozan lo banal. Y ahí sigue, campando a sus anchas, viviendo en la irregularidad permanente y escondido tras la ilusión de los casi 25.000 socios que solo piensan en el ascenso a Primera.