Arsenio Iglesias Pardo (Arteixo, 1930) hace años que no vive en el municipio, pero siempre que puede le gusta visitarlo. Todos sus recuerdos de niño los vivió en A Baiuca, lugar en el que se generó el centro urbano del municipio.
-¿Cómo era el Arteixo de antes?
-Recuerdo que cuando era pequeño no había luz, ni agua, ni autobuses. Era todo muy diferente porque era una pueblo con muy poca gente.
-¿Le gusta lo que ve ahora?
-Estuve mucho tiempo fuera, incluso fuera de Galicia, y cuando regresé noté que todo había cambiado mucho. Los amigos se fueron marchando y no es lo mismo porque hubo una época en la que tenía muchos amigos en Arteixo. Cuando pasa el tiempo, te das cuenta de que aquello lo echas de menos. Yo creo que como todos los niños, tuve una infancia feliz en Arteixo.
-¿Y ahí fue donde nació su pasión por el fútbol?
-Sí, jugábamos todos. Era un equipo muy limitado, no estaba federado, pero jugaba en el colegio, con mis compañeros, y nos las apañábamos, porque lógicamente en aquel tiempo no había muchas posibilidades.
-¿Qué le parece que se convierta en un municipio industrial?
-Es bueno que haya industrias importantes y que, en el futuro, se sigan ubicando en el puerto exterior y el polígono de Morás. Todo eso le dará una gran vida al pueblo. Es importante ver que la gente viva mejor y que tenga más posibilidades, no como mi generación, que nos criamos en plena guerra.