El salón de plenos del Ayuntamiento de A Coruña fue ayer escenario de la entrega de los Prismas Casa de las Ciencias, unos premios que el próximo año cumplirán las bodas de plata. La bioquímica Margarita Salas, con el Prisma especial del jurado, fue la portavoz de todos los reconocidos del 2011. «La divulgación científica no es solo una necesidad sino una obligación de los científicos para con los ciudadanos», señaló la discípula de Severo Ochoa, a quien mencionó en su discurso. «Mi maestro decía que un país sin investigación es un país sin desarrollo», esgrimió Salas, quien tuvo un cálido homenaje a su marido Eladio, «sin cuya ayuda no estaría hoy aquí recibiendo este premio». Unas horas antes, Margarita Salas impartió una conferencia titulada De la biología molecular a la biomedicina.
Los Prismas de Bronce se conceden a los mejores trabajos de divulgación científica. En la modalidad audiovisual el premio fue para el trabajo En busca del primer europeo, de Televisión Española y Turkana Films; el mejor sitio web fue para oliba.uo.edu/adn, de Jordi Doménech Casal, mientras que el jurado reconoció como mejor artículo periodístico el titulado Perelman no estuvo allí, publicado por Javier Fresán Leal en el diario Público. El alcalde, Carlos Negreira, fue el encargado de cerrar el acto. «El tópico de España como país alérgico a la ciencia ya hace tiempo que desapareció», dijo.