En el local de ocio Myplace los estudiantes pueden practicar todo el tiempo que deseen lo aprendido en clase, mientras se divierten realizando distintas actividades lúdicas
15 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.? El final de las vacaciones de verano es una de las épocas más apropiadas para marcarse una serie de propósitos, y uno de los más repetidos es aprender o mejorar los conocimientos de inglés. En la academia Wornham School of English son expertos en conseguir este objetivo, ya que llevan más de 24 años enseñando a miles de coruñeses a dominar esta lengua.
Además de su innovador sistema de aprendizaje -donde se permite una semana de prueba, las clases no superan los diez alumnos y el 90 % de ellas son habladas e impartidas por nativos-, hace casi un año decidieron abrir a pocos metros de su centro de la calle Alfredo Vicenti un local de ocio que bautizaron como Myplace. Allí todos los alumnos mayores de 16 años pueden practicar lo aprendido en la academia mientras juegan al billar, a las cartas, a la PlayStation, miran una película o simplemente toman un café. De hecho, la norma más importante de este establecimiento es que no está permitido hablar ni una sola palabra de castellano, una condición que si se vulnera se paga con una multa simbólica para la Asociación Española Contra el Cáncer.
David Wornham, propietario de la academia, confiesa que esta iniciativa no ha parado de dar buenos resultados, «porque este es el único sitio donde tú, por ejemplo, pagas tres horas de clase, pero puedes estar practicando inglés más de treinta a la semana, que sería pagar por 12 horas al mes y recibir gratis más de 120 horas. En Myplace siempre hay un profesor nativo que puede hablar con los alumnos todo el tiempo de forma informal, y así pueden practicar inglés en una situación real. Es como salir de clase y poner en práctica todo lo aprendido».
Considera que esta forma de aprendizaje ha revolucionado lo que existía hasta ahora en todo el mundo, y sus alumnos así lo han comprendido, «porque los estudiantes que van a Myplace no tienen ninguna vergüenza y hablan con total naturalidad de cualquier tema. Cuando veo a cuatro personas que llegan hablando inglés me siento muy orgulloso, porque veo que ya vienen con el chip en la cabeza», afirma Wornham, quien confiesa que hay personas que se sienten tan a gusto en este establecimiento que «literalmente casi viven allí».
Unos de los que más tiempo pasan en este local son los alumnos que se quieren examinar de las pruebas de Cambridge First y Advanced, unos exámenes a los que esta academia envía cada año a más de un centenar de estudiantes, y cosechando unos resultados excelentes. Según dice Wornham, «como una parte del examen es práctica, los alumnos aprovechan al estar en Myplace para practicar conversación y entrevistas».