Edimburgo se viste de gala para el enlace de la nieta de Isabel II

redacción / la voz

A CORUÑA

La pareja se dará el sí quiero en la iglesia de Canongate Kirk, en Edimburgo, tras siete años de noviazgo.

30 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No tendrá el postín ni los invitados de la boda de su primo Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, pero el enlace de Zara Phillips, hija de la princesa Ana y nieta mayor de Isabel II, y el jugador de rugbi Mike Tindall volverá a deparar hoy a la casa real inglesa un día de fiesta que ha despertado el interés de muchos británicos.

Los novios se darán el sí quiero en la iglesia de Canongate Kirk, en Edimburgo, tras siete años de noviazgo. Se habían conocido un año antes, en el 2003, durante la disputa de la Copa del Mundo de Rugbi, aunque Tindall ya tenía relación con otros miembros de la familia real por la afición que tienen estos -incluido el príncipe Guillermo- por ese deporte.

La boda de hoy ha estado precedida por la fiesta ofrecida ayer por los novios en el yate real Britannia y la cena posterior en el palacio de Holyrood a la que acudieron un centenar y medio de invitados.

La ceremonia de hoy tendrá un carácter casi privado y, según anunciaron los novios, serán las familias las que se hagan cargo de los gastos de un enlace muy alejado del que celebraron hace pocos meses Guillermo y Catalina.

Revuelos

Algunos aspectos colaterales de la boda entre los dos deportistas -Zara practica la equitación e incluso representó a Inglaterra en los Juegos Olímpicos de Pekín- han sido objeto de numerosas informaciones en los medios británicos durante los últimos meses. Así, según publicaron, la princesa Ana le habría pedido a Tindall que se operase la nariz -desfigurada por una lesión deportiva- antes de casarse con su hija, pero este no se plegó a los deseos de su futura -inminente ya- suegra.

También causó cierto revuelo la decisión de Zara Phillips de no invitar a la boda a su hermanastra, Felicity Tonkin. Esta, cuatro años menor que ella, es hija de una profesora neozelandesa con la que el padre de Zara, Mark Phillips, tuvo una relación adúltera durante los últimos años de su matrimonio con la princesa Ana. Zara y ella nunca han coincidido.