Cara y cruz de la noche electoral

a coruña / la voz

A CORUÑA

El suspense de los primeros minutos dio paso a un rosario de abrazos y lágrimas

29 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En la noche electoral coruñesa, esta vez no ganaron todos. Sí lo hizo el PP, que tendrá mayoría absoluta. Y Esquerda Unida, que entrará en el consistorio por primera vez desde 1983. Por eso, en sus sedes hubo abrazos y lágrimas de alegría. El reverso de la moneda se vivió en la sede del BNG, donde el escrutinio se siguió casi en familia, y, sobre todo, en la del PSOE, acostumbrados a ganar durante los últimos 28 años.

En el cuartel de campaña instalado por los populares en el Hotel NH Atlántico para seguir el recuento se congregaron más de 600 personas, aunque Carlos Negreira prefirió aislarse del bullicio en el salón Pondal con unos pocos amigos y colaboradores: Julio Flores, Enrique Losada y los miembros de su gabinete, entre otros. El ambiente de triunfo, que se comenzó a palpar a las ocho, con la publicación de las primeras encuestas a pie de urna, que ya contemplaban la posibilidad de una histórica mayoría absoluta, se disparó con el escrutinio oficial. Cuando este, superado ya el 70% del recuento, seguía confirmando los catorce concejales, la fiesta ya era desatada. Entre los que celebraban la victoria estaban antiguos aspirantes al sillón de la alcaldía, como Antonio Erias, o la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, que destacaba la «fortaleza» del partido a nivel provincial, tras la conquista de las tres grandes ciudades y la Diputación. «Carlos se lo merece, porque ha trabajado estos cuatro años como un león», afirmaba. El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, que bromeaba sobre la posibilidad de reunirse ya con el futuro alcalde: «No me hacen sitio, pero estaría encantado de empezar a solucionar cosas». Uno de los rostros más buscados de la noche era el de Enrique de Salvador, el rostro de la mayoría absoluta del PP, que se declaraba «orgulloso e ilusionado» ante el nuevo reto de los populares en María Pita. La fiesta acabó en un pub cercano hasta altas horas. Negreira descansaba ya en su casa desde las dos, tras recibir la visita de Feijoo.

Pesar en General Sanjurjo

Entre la parroquia socialista, los primeros resultados ya se recibieron con caras largas en la sede de General Sanjurjo. «Es que esos ajustan muy bien, siempre aciertan», se escuchaba a un colaborador del candidato sobre las primeras encuestas. Dos teles y los pinchos preparados, pero sin tocar, esperaban los primeros datos oficiales mientras en las escaleras se recogían, por teléfono, los recuentos de mesas aportados por los interventores. Una papeleta con el rostro de Zapajoy (una imagen fotográfica de un rostro mitad Zapatero-mitad Rajoy) llegaba a través del móvil.

Solo Mar Barcón, con colgante esmaltado del PSOE al cuello, se movía entonces entre militantes y simpatizantes, que llegaron a abarrotar la agrupación. A las 21.07 saltaban en la pantalla los primeros datos al 10% del recuento: 14 (PP), 9 (PSOE), 3 (BNG), 1 (IU). El alcalde, Javier Losada, llegaba sin pasar por la sala central. Siguió el recuento en uno de los despachos, con su familia y sus colaboradores, ajenos a que fuera una delegación asturiana lloraba ante las noticias que daban el gobierno a Álvarez Cascos.

Carmen Marón entraba y salía, Obdulia Taboadela acompañaba a Yoya Neira -fuera, en aquel momento, de la corporación- y comenzaban los primeros abrazos, mientras algunos todavía cruzaban los dedos Al 21%, 21.15 horas, el recuento dio un respiro y se escuchó un «¡¡silencio!!»: el PP bajaba uno que se apuntaba el BNG. Pero fue una ilusión pasajera, apenas unos minutos después, ya al 39% del escrutinio, se fijaba el jarro frío de la combinación final: 14-8-4-1.

A las 21.45 horas, Obdulia y Yoya, en un salón de actos donde portátiles y móviles humeaban, se abrazaban. «Seguimos queriendo avanzar, otra cosa es que no nos comprendan», se escuchaba a la primera, mientras alguien comentaba el retraso de la tele en actualizar los datos: «Es para darnos el disgusto final».

Con las dos terceras partes de los votos recontados, una apoderada celebraba que «en una mesa de Culleredo ha ganado el PSOE», mientras que a otra se le saltaban las lágrimas porque «en mi mesa, 100%, 100% -insistía- PP». Taboadela, la menos cariacontecida, lamentaba lo que se veía venir porque «es una pena, esta ciudad es un modelo» y Neira preguntaba cómo iba la Diputación. «Le sobran dos al PP», le contestaban. «Bueno, es lo que hay», sentenciaba.

Entraba Nieves Vázquez, se preguntaba por Fernández Moreda (en Santiago), Florencio Cardador se asombraba del tsunami popular en toda España, Nogueira no disimulaba tampoco la tormenta, y a Lareo le recordaban una apuesta que él se resistía a perder: «Me debes una cena», lo placaban en la acera; «Ya se verá, esto aún no está cerrado», replicaba.

«Todavía no tenemos estrategia», se excusaba Carmen Marón ante los requerimientos de los medios para obtener alguna valoración y la número 4, Mar Barcón, mantenía el tipo. Hasta el punto de que fue ella la que consoló a las bases, que ya en tropel llegaban a General Sanjurjo con actas que confirmaban la caída.

A las 23 horas, con la agrupación hasta la bandera, salió el alcalde entre el gentío dando las buenas noches en una noche mala. «Aceptamos la decisión que han tomado los coruñeses y felicitamos al partido que ha tenido más votos», dijo a una parroquia que, entonces sí, se desplomó.

Calma tensa en el BNG

El Bloque eligió esta vez la intimidad de su sede para seguir el escrutinio de las papeletas. Los miembros de la lista entraban y salían de los despachos principales, sin tiempo para intercambiar más que un gesto cómplice con alguno de los escasos militantes que estaban allí. No hubo margen para las críticas. El monolitismo de los afines a la UPG guardó las críticas para la reflexión posterior. «A cidade non se merece esto», se oía mascullar a los más expresivos entre descalificaciones al PP, «porque a cidade non se merece esto».

«Carlos (Negreira) se lo merece, porque ha trabajado como un león durante estos cuatro años»

Beatriz Mato

«Es lo que hay»

Yoya Neira