La prensa deportiva sigue ocupándose del descenso del Dépor. Desde Barcelona, en Mundo Deportivo creen que el futuro deportivo y económico del club coruñés es incierto tras «una temporada marcada por los errores de la directiva, los bandazos del técnico, un pésimo arranque de campeonato, el mal juego durante la mayor parte de la temporada, un carrusel de lesiones y la nula capacidad de sus jugadores por ver puerta», afirman J.?M. Serra y J.?L. López.
En Sport, Xavi Canals también advierte en su artículo de los negros nubarrones que se ciernen sobre el club: «El descenso aviva el peligro de entrar en concurso de acreedores, pese a que Lendoiro lo ha intentado evitar por todos los medios. El Deportivo se encuentra en una precariedad económica que se verá agudizada por el descenso en los ingresos de televisión».
En la sección Del cielo al infierno de Marca se apunta al entrenador como artífice de una equivocada política deportiva emprendida por el club: «Lotina no es culpable de la transformación del equipo en los últimos años, que tiene más que ver con la gestión del club, pero sí del pésimo rendimiento de una plantilla que, sin ser la de antaño, no es de Segunda ni mucho menos».
Por su parte, Luis de la Cruz afirma en un artículo en As que todo era cuestión de tiempo: «La muerte del Deportivo era casi una crónica anunciada y la duda era cuándo se consumaría definitivamente. Creo que la tragedia llegó antes de lo esperado y que, al menos, había gasolina para una temporada más. Pero olvidarse de que la factura de los largos años de gloria ha sido vender fórmulas uno para reforzarse con turismos, sería mirar a otro lado».