«Tranquilo, me encuentro perfectamente. Solo es petroleo». Algo así comentó Benigno Sánchez Lebón, según relató él mismo, a quienes le vieron tirado sobre la arena de la cala de Canabal en la tarde de aquel 12 de mayo de 1976. El fallecido periodista de este diario López de Alba, que había informado del siniestro, contaba que cuando Sánchez Lebón llegó en un taxi desde Mera a la caseta de los prácticos del puerto «estaba tan negro que parecía de las Coes y, desde luego, nadie lo daba por vivo». Había nadado más de dos millas, tras saltar del Urquiola, en un mar cubierto de petroleo y ardiendo por en varios sitios.
Fue el primer siniestro al que sobrevivió este práctico, que posteriormente también tendría una participación directa en el rescate de la tripulación de otro petrolero, el Mar Egeo, que embarrancó muy cerca del lugar donde hoy será homenajeado Benigno Sánchez Lebón.