«Esta hinchada no se rinde». El cántico se escuchó ayer en Abegondo solo unas horas después de la dolorosa derrota de Gijón. Unos 150 seguidores del Dépor, muchos ataviados con camisetas blanquiazules, acudieron al entrenamiento matinal de ayer del Dépor para animar a sus ídolos. En torno al túnel de acceso a los vestuarios, los aficionados se volcaron con jugadores y con Lotina. Incluso luego en el aparcamiento del recinto, cuando estos se disponían a recoger sus automóviles, se mostraron especialmente cariñosos con varios de los protagonistas del partido del sábado. «Rubenciño, no pasa nada», le dedicaron a Rubén Pérez, autor del penalti que dio el empate al Sporting. «Jugando como ayer estamos salvados», le dijeron a Juan Rodríguez. Incluso Zé Castro, fuertemente pitado en el último partido disputado en Riazor contra el Atlético, recibió ayer el aplauso de la hinchada.