Albada amenaza con una huelga indefinida a partir del día 24El banco de la Alameda no se moveráLos afectados por el cierre de Esvida estudian emprender acciones legales

ana lorenzo m. vidal a coruña / la voz t. rivas a coruña / lA voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Los trabajadores exigen que el Ayuntamiento presione a la patronal

16 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Poco antes de las diez de la mañana, los silbatos, los bombos, los petardos y los cánticos reivindicativos comenzaron a hacerse oír en el barrio del Ventorrillo, donde cerca de doscientas personas vinculadas a la empresa Albada -así como algunas trabajadoras despedidas de Danigal- iniciaron una manifestación por las calles de la ciudad. Custodiados por agentes de la Policía Local y Nacional en la cabecera y en la cola de la marcha, los protestantes recorrieron la avenida de Finisterre, la plaza de Pontevedra, San Andrés, la plaza de España, y el Campo da Leña hasta llegar a María Pita. «Escoita Losada ao personal de Albada», «Por unhas condicións de traballo dignas», «A merda queda aquí, e os cartos van para Madrid» fueron algunas de las consignas que gritaron los manifestantes, que hasta en dos ocasiones y por dos sitios distintos intentaron entrar en los soportales del palacio municipal de María Pita, y fueron interceptados por los agentes de la Policía Local, que les impidieron el paso. Finalmente, se concentraron en el centro de la plaza y durante cerca de media hora siguieron gritando sus reivindicaciones.

Negociación del convenio

Xosé Manuel Vilariño, presidente del comité de empresa, fue el encargado de tomar la palabra y recordar que las conversaciones para aprobar el nuevo convenio están paralizadas por culpa de la patronal, que no quiere sentarse a negociar. En este sentido, quiso destacar que el gobierno municipal no ha hecho nada por ayudar a que se desbloquee esta situación, «e o día 24 o problema será do Concello porque a partir dese día o lixo vai a estar nas rúas».

Xosé Manuel Vilariño se refería así al apoyo anunciado desde Cespa, aunque la plantilla de la concesionaria de la recogida, decidió la semana pasada en asamblea no secundar el paro al entender que la ley no se lo permitía.

El polémico banco de la calle Alameda permanecerá en el lugar en el que fue instalado el pasado jueves por los operarios municipales. Fuentes municipales aseguraron que el mobiliario urbano cumple la normativa y que no interrumpe la actividad de la terraza de un establecimiento de hostelería, tal y como aseguraron los vecinos de la zona. Estas mismas fuentes señalaron que el banco forma parte de un proyecto que fue aprobado en su momento dentro de la legalidad. Así las cosas, el Ayuntamiento no plantea la opción de retirar el banco, a pesar de que los vecinos ya han anunciado que denunciaran la situación ante el gobierno local.

El pasado jueves cuando los operarios municipales procedieron a la instalación del mobiliario, vecinos y hosteleros de la calle se movilizaron para impedirlo. Los vecinos alegan que el banco inhabilita la terraza de la cafetería Alameda, que fue concedida recientemente. Raúl Amoso, vecino del número 20 de la calle y que ejerció como portavoz, señaló que los dueños del local tienen derecho a ocupar hasta tres meses desde su fachada, además de otros dos que tienen que quedar libres entre las mesas y cualquier otro obstáculo. Los manifestantes no están en contra de que instalen un banco en la calle, aunque no les agrada, pero sí de su posición. Dicen que les oculta la entrada a sus edificios, y obstaculiza completamente el tránsito de la calle en caso de emergencia. «Que lo pongan en otro sitio, pero ahí es un obstáculo», señaló Amoso.

Los familiares de los residentes del gerontológico Esvida se reunirán el próximo lunes con un abogado para que los asesore legalmente ante el cierre de la residencia. Además, estudian emprender acciones legales contra la directora del centro, Belén Ortiz, por dejación en sus funciones, al abandonar durante el fin de semana el complejo y no haber delegado funciones en algún responsable.

Insisten en que Sanyres es la que tiene que encontrar una solución particular a cada uno de los residentes en las condiciones más parecidas a las actuales y que para intentar «salir lo más beneficiados posible de la situación deben estar unidos».