El tramo que conectará los tramos estatal y autonómico de la tercera ronda tiene partida presupuestaria, empresa adjudicataria y trazado, pero el suelo sobre el que se llevará a cabo sigue esperando a que el Ayuntamiento complete lo que en su día la concejala de Urbanismo, Obdulia Taboadela, definió como «obstáculos burocráticos».
Esos obstáculos pasan básicamente por la expropiación de las 87 fincas, doce viviendas y varios galpones que habrá que expropiar total o parcialmente. Ayer, un grupo de afectados mantuvo una reunión «poco resolutiva» con la propia Taboadela, la concejala de Hacienda y portavoz socialista, Carmen Marón, dos técnicos y un vecino de las Rañas que defiende los postulados del gobierno local. «Fue el primer encuentro que tuvimos desde que en octubre nos notificaron que nos iban a expropiar. No nos volvieron a decir nada, a pesar de que fuimos en varias ocasiones por Urbanismo y preguntamos, pero decretaron el silencio administrativo y hemos tenido que ir enterándonos de las cosas casi a cuentagotas», contaba ayer tras la reunión uno de esos afectados.
El precio de las propiedades centra las discordias. El Ayuntamiento ya sabe que los dos millones de euros que presupuestó en las cuentas para el 2011 no van a llegar para hacer frente a la adquisición forzosa del suelo. «Empezaron ofreciéndonos nueve euros por metro cuadrado, que es un precio de risa. Hoy (por ayer), nos subieron tres euros más, pero dejaron entrever que en una nueva reunión, que en principio tendrá lugar la próxima semana, si nos portábamos bien y no hacíamos declaraciones a la prensa, a lo mejor lo podían subir un poco más porque la firma del convenio tiene que ser inmediata por las reclamaciones de la Xunta», confesaba otro de los afectados.
Esa oferta también fue rechazada por el colectivo de expropiados. «Solo pedimos lo mismo que está pagando el Ministerio de Fomento cuatrocientos metros más allá, que está ofreciendo 31 euros por metro cuadrado», dicen. La propia Obdulia Taboadela admitió, según los asistentes a la reunión, «que la propuesta inicial pudo haberse hecho un poco a la baja», al tiempo que también culpaba de las prisas «a la Xunta, porque ha licitado las obras sin tener los terrenos y tampoco ha hecho los deberes con Repsol», a pesar de que fue el alcalde, Javier Losada, el que instó al conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, a licitar la obra para acortar los plazos al máximo.
Por la tarde, fuentes municipales confirmaron la existencia del encuentro, aunque mandaron un mensaje más conciliador que los afectados. «Se ha avanzado en las conversaciones y hemos quedado para la semana próxima», indicaron.