Marcó dos goles al Leverkusen, el último en el minuto 94
11 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Villarreal empezó con fuerza la eliminatoria de octavos de final de la Liga Europa. Una victoria conseguida en un partido en el que el Bayer Leverkusen fue superior en juego, pero no en eficacia (2-3).
Juan Carlos Garrido sacó un once pensando más en las rotaciones y el plan casi le salió mal. Alineó un equipo sin Cazorla ni Nilmar, pero con Wakaso. La confusión en la plantilla por las novedades la aprovechó el Bayer para hacerse dueño del encuentro. En veinte minutos los alemanes pusieron hasta en tres claras ocasiones en apuros a Diego López. Mientras sucedía este desbarajuste, el lateral checo de los teutones, Kadlec, lanzó un potente disparo desde la frontal del área para sorprender al portero español.
Cuando peor se ponían las cosas con el 1-0, una protesta por una entrada de Wakaso, auspiciada por Jupp Heynckes desde el banquillo, la siguieron los once del Bayer y, entre el caos, Bruno se sacó un pase magistral de sus botas para que Rossi marcara ante el desconcierto del Leverkusen.
La entrada de Cazorla dio más presencia al Villarreal, aunque todo era relativo. Un gol anulado a Kiessling por fuera de juego fue la antesala de la remontada de los levantinos. Nilmar, que acababa de entrar, aprovechó unos rechaces dentro del área para marcar ante el estupor de la gélida grada alemana. Pero poco duró la alegría, ya que en la jugada siguiente Castro anotó el empate. Una mala aplicación defensiva del Villarreal sentenció al cancerbero madrileño.
El cansancio pudo con ambos equipos en el tramo final, pero en ese momento apareció el mejor Nilmar. La magia del brasileño dio la victoria final a los suyos a los cuatro minutos del tiempo añadido.
Un 2-3 que pone a los de Garrido con pie y medio en la siguiente ronda.