El Ayuntamiento ha integrado en diez años a un total de 184
04 mar 2011 . Actualizado a las 13:17 h.Solo cuatro de los nueve asentamientos chabolistas de la ciudad han resistido el cambio de milenio. En diez años de trabajo conjunto, Servicios Sociales y las palas han acabado ya con cinco de ellos -Orillamar, Veramar, Casablanca, Oleoducto y las chabolas anexas a la fundación El Remanso-, realojando a las 76 familias que vivían en ellos. Estas se suman a las otras 105 que ya han salido de los cuatro enclaves chabolistas que aún resisten la presión municipal: Pasaje, As Rañas, Portiño y Penamoa.
En total, 181 familias chabolistas, más de la mitad de las 333 que contabiliza el Ayuntamiento, tienen ya una vivienda digna lo que supone, según las estimaciones que atribuyen una media de cuatro personas por unidad familiar, el realojo de cerca de 800 personas en diez años.
Pero aún queda mucho camino por recorrer hasta la erradicación total de las infraviviendas, en las que aún residen 152 familias. La mayor presión se está concentrando en Penamoa, donde, tras el derribo efectuado el martes, quedan 20 chabolas por demoler, todas ellas pendientes de orden judicial.
De ellas, once cuentan ya con una resolución favorable al Ayuntamiento, que solo está pendiente de recibir el plácet para meter de nuevo la pala en el poblado.
Trabajo silencioso
En los otros tres asentamientos el trabajo es más silencioso, lo que, según los técnicos, lo hace más efectivo. Así, mientras las doce infraviviendas de As Rañas están siendo rehabilitadas por los propios residentes, el Ayuntamiento trabaja con las 56 familias que residen en los terrenos de la Conservera Celta y que tienen en el furtivismo uno de sus principales sustentos.
A día de hoy, el del Portiño es el asentamiento mayoritario de la ciudad, con 64 familias, aunque en este caso la situación de los residentes es más dispar, ya que si bien la mayoría de los habitantes viven en chabolas, algunos lo hacen en viviendas bien acondicionadas.