La torre de Hércules fue posiblemente el primer edificio de la ciudad que contó con un pararrayos. Aunque se desconoce su fecha exacta, fue instalado entre 1799 y 1804. La primera avería causada por una tormenta está documentada en el año 1769, cuando un rayo destruyó el único farol de la Torre. Un mes después del «Mar Egeo», en enero de 1993, un rayó quemó el motor de las instalaciones y el faro estuvo dos horas apagado de madrugada.
Uno de los últimos apagones tuvo lugar en octubre de 2006. En aquella ocasión, la tormenta eléctrica que cayó sobre la ciudad provocó el apagón del faro durante casi dos horas. La avería afectó incluso a los sistemas de seguridad de que dispone la maquinaria, puesto que ninguno de los dos grupos electrógenos de emergencia entró en funcionamiento al fallar el fluido eléctrico. Un año y medio después, en mayo de 2008, Un relámpago caído en las inmediaciones provocó un fuerte cambio de tensión en el faro. El último susto se lo llevó en noviembre de 2009. En esa ocasión no fue una tormenta eléctrica, sino un corte eléctrico por el cual el faro estuvo apagado más de una hora.