Vázquez visita la «R-evolución»

R. Domínguez A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

El embajador ante la Santa Sede recorrió la exposición de Xosé Castro en el Kiosco: «Es el acta notarial de mi mandato», resumió

31 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A mediodía, las doce o`clock , y acompañado por su esposa, María del Carmen de la Iglesia, el embajador de España ante la Santa Sede y anterior alcalde, Francisco Vázquez, giró visita ayer a la muestra R-evolución urbana , con la que el fotoperiodista Xosé Castro muestra la transformación de la ciudad en los últimos 30 años.

Con el autor como guía, se detuvo Vázquez casi en cada una de las 293 imágenes que cuelgan de las paredes de la sala de exposiciones para mostrar casi las mismas perspectivas de distintos puntos de la ciudad hace tres décadas y en la actualidad. «Es un antes y un después, ¿no?», preguntaba el embajador nada más iniciar el recorrido durante más de hora y media por las principales transformaciones, en grandes infraestructuras y pequeños rincones y plazuelas.

Primera parada ante la torre de Hércules, en una imagen tomada antes de que el Mar Egeo ensuciase el faro recién limpiado. «Me emocioné al verla toda negra», recordó Vázquez. Como si de un viaje con escalas, fue recordando ante cada imagen personajes y anécdotas, porque, como él mismo dijo «cada foto tiene su historia». Desde las chabolas de Labañou -«Parecen las favelas de Caracas», valoró- hasta el paseo, los pimientos que se cultivaban en las laderas del monte de San Pedro o «la obra que más anécdotas generó y en la que no mandó el alcalde, sino las pescantinas», dijo en alusión a la reforma del mercado de la plaza de Lugo. Confesó el ex regidor «no estar muy orgulloso», del centro de ocio del Puerto, pero no ocultó su satisfacción por otras reformas y nuevas obras, en especial el puerto exterior o la apertura al mar. «De niño -recordó- paseaba con mi padre, que era de Orense, y solo le escuchaba '¡Qué barbaridad, esta ciudad y no se ve el mar!'»,

Hubo espacio también para la sorpresa por nuevas realizaciones, como el parque de Oza, y para elogiar el valor artístico de imágenes como las vacas tirando del arado ante la torre de Hércules o el asentamiento del Portiño antes de que el derrumbe del vertedero se cobrase una vida. «¡Cómo ha cambiado todo -concluyó el ex alcalde-, es una exposición preciosa, es el acta notarial de mi mandato!».