Los vecinos cuestionan la pasividad policial ante la marcha de los okupas en A Coruña

Emiliano Mouzo / María Vidal A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Los destrozos de la manifestación del sábado se podían ver ayer en la capilla castrense o en la Subdelegación del Gobierno

13 dic 2010 . Actualizado a las 14:24 h.

Numerosos desperfectos daban cuenta ayer de la marcha protagonizada por al menos quinientas personas que protestaron por todo el centro de la ciudad en la tarde del sábado contra el desalojo de los okupas de la llamada Casa de las Atochas.

Muchos empresarios realizarán todavía hoy la valoración económica de los daños que estos individuos causaron en sus negocios. Burger King y la sede de Caixanova fueron objetos de los ataques de los manifestantes a su paso por Riego de Agua. Tampoco se libró la oficina de La Caixa, en la plaza de España, o la sucursal del Barclays ubicada en San Andrés. En esta misma calle también se ensañaron con la tienda de Movistar. Y la zapatería Fosco, situada en la calle Real fue objeto de la ira de los manifestantes, como evidenciaban ayer sus escaparates y paredes, repletos de manchas y desperfectos.

Numerosos desperfectos

También tendrán que evaluar hoy los daños causados por los pro okupas las instituciones públicas. El Ayuntamiento tendrá que tasar los destrozos sufridos en el mobiliario urbano y en el propio palacio municipal,. Por su parte, la Subdelegación del Gobierno estudiará el coste necesario para limpiar las pintadas efectuadas por los manifestantes en la puerta de su sede. Y la Iglesia también tendrá que realizar un importante desembolso económico para borrar las pintadas en el templo castrense de San Andrés.

Todo ello, bajo la indignación de los vecinos que coinciden al señalar «que fueron obra de un grupo antisistema y antitodo y que sin embargo, por lo visto el sábado, sí tienen derecho a todo, incluso a coartar la libertad de los ciudadanos a disfrutar de un paseo en un día festivo por el centro de su ciudad», señaló Aure López, presidenta de la asociación vecinal del Orzán, haciéndose eco de las quejas de sus asociados y conocidos a lo largo del día de ayer.

«Se rozó la tragedia»

López señaló que en algunos momentos puntuales de la manifestación de los okupas por todo el centro de la ciudad «se rozó la tragedia». Recordó que el miedo entre los transeúntes y vecinos se desató «al paso de estos elementos. Arrasaban todo a su paso. No les importaba tirar con niños o ancianos. O utilizar a los ciudadanos como dianas donde impactaban sus globos llenos de pintura», recordó Aure López. También indicó que el terror entre los paseantes aumentó cuando «estos individuos prendieron sus teas incendiarias y caminaban por entre los transeúntes como si de bárbaros invasores», subrayó Aure López.

Y todo ello «bajo la pasividad y la complacencia de la policía», manifestó López. La marcha estuvo precedida por una patrulla de la Policía Local «a la que los manifestantes le tomaron el pelo ya que cambiaban el itinerario cuando les daba la gana», indicó. Y cuando desplegaron su ira contra los comercios las fuerzas del orden «no se lo impidieron y de hecho la Policía Nacional tan solo hizo acto de presencia en María Pita», subrayó.