Un acusado de violar a una prostituta alega que eran novios y si lo denunció fue «para tener la residencia»
A CORUÑA
El hombre aseguró desde el banquillo que nunca violó a nadie, mucho menos a una mujer con la que había mantenido una relación sentimental durante seis meses. Explicó que la conoció en un club de alterne de Aranga del que era cliente habitual. Pero terminó dejándola «porque me suponía muchos gastos». Pasado un tiempo, un día lo llamó para que la llevara a un sitio. La llevó y terminaron manteniendo relaciones en un monte. «Consentidas, por supuesto», afirmó ayer el procesado en la sección segunda de la Audiencia Provincial. Y si estaba ahí fue porque aquella mujer que trabajaba en el club lo denunció por violación. Contó que la subió al coche a la fuerza, la llevó a un monte y allí la forzó. El fiscal cree a ella, de ahí que solicite una condena para el acusado de 15 años de prisión.
Los hechos que fueron juzgados se remontan al 9 de mayo del 2008. El procesado recordó que por aquellas fechas ya había roto con la mujer que había conocido en un club de Aranga seis meses antes. «Íbamos de copas, a bailar, de viaje y a comer», explicó. Aquello se convirtió, según afirmó, en un «despilfarro». Así que la dejó, «pues era yo el que pagaba todo, incluso mandaba dinero a su madre, y ella nada de nada». Pero aquel día me llamó. Hasta 11 veces sonó su móvil mientras estaba con su mujer en una feria. No lo podía coger ante la presencia de su esposa y al mediodía le devolvió la llamada. «Me pidió que la llevara a un sitio. La fui a buscar y por el camino empezó a darme caricias y besitos. ¿Qué iba a hacer yo? Así que aparqué en el monte y lo hicimos», explicó.
La versión de ella no es así. Dijo que no eran novios, que él estaba obsesionado con ella. «Cada vez que me iba con un cliente la liaba y lo tenían que echar del club», recordó. Aquel día la sorprendió en la carretera y la obligó a entrar en el coche. «Me llevó al monte, sacó un cuchillo, me violó y me dio el chaleco reflectante para limpiarme», relató.