El arqueólogo de Langosteira ve imposible conservar los restos del castro en la misma ubicación
A CORUÑA
«No es Baroña ni Elviña y pretender mantener los restos en el mismo sitito es desconocer la realidad sedimentológica del yacimiento», replica el arqueólogo Juan A. Cano Pan, responsable de la excavación del castro del puerto exterior, a las críticas lanzadas en los últimos días desde distintos campos por la desaparición del castro de Cociñadoiro, ubicado en Langosteira y eliminado por las obras.
Cano Pan reconoce que era «singular», pero puntualiza que fue la excavación en profundidad la que permitió llegar a esa conclusión, al procesar la gran cantidad de elementos que aparecieron. Para este especialista, la situación del yacimiento, en una ladera, haría imposible «desde el punto de vista técnico su conservación al aire libre, no aguantaría un año, excepto que alguien asumiera, con el coste que supondría, levantar sobre él un edificio para conservar los restos».
Asegura que es el primero en reconocer el valor «excepcional» que tenía Cociñadoiro, aunque cuestione que sea único en Galicia, y rechazó que hubiera «ocultamiento» en el descubrimiento. «Por allí pasó todo el que quiso pasar y se le explicó lo que se realizaba», matiza, y puntualiza que las únicas protestas llevadas a cabo estaban vinculadas «a la no realización del puerto exterior, pero no eran razonamientos científicos respecto al castro». Este arqueólogo asegura que se realizaron vídeos sobre los trabajos realizados allí y pide «paciencia» a la hora de esperar por el análisis de los hallazgos, aunque anuncia que prevé tener finalizada la monografía para antes de final de año. «Hay que tener tranquilidad. La gente tiene que juzgar antes el trabajo, pero ahora cinco años después no es el momento», consideró respecto a las críticas lanzadas por la eliminación del castro de su ubicación original. Según los resultados presentados hasta el momento, «la singularidad de este yacimiento es que es un poblado dedicado a la metalurgia del bronce antiguo».